Se invirtieron Q48 millones para el remozamiento parcial o total de inmuebles dañados por fenómenos naturales, como la tormenta Ágatha y la erupción del Volcán de Pacaya, y en departamentos con menor índice de desarrollo educativo.
En tres años han sido beneficiados unos 33 mil estudiantes de Totonicapán, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá, Quetzaltenango, Escuintla y Santa Rosa.
Del Águila agradeció el aporte y destacó que la inversión en estos programas es una ayuda directa para la niñez del país.
“Es un apoyo grande a la educación, no solo en la construcción de estas escuelas, sino también en la actualización de los docentes y los materiales en de las aulas”, expresó Del Águila.
Programa
El presidente de la fundación Tigo, Mario López, informó que con el programa Escuelas del Milenio esa compañía telefónica busca devolver en obras sociales la preferencia de los consumidores en el país.
El empresario expuso: “La historia cambió totalmente porque estamos enfocando nuestros esfuerzos en uno de nuestros principales pilares de operación: la educación”.
El programa también permitió capacitar a más de mil docentes en técnicas para mejorar la calidad educativa a través del programa Aulas Creativas, de Usaid/Alianzas y Escuelas Saludables, del Sistema de la ONU.
Teresa Ligorría, directora de Usaid/Alianzas, expresó que la meta se alcanzó por el trabajo con la fundación Tigo.
“Escuelas del Milenio es un ejemplo de cómo uniendo esfuerzos podemos ser más eficientes, y en este caso sabemos que más de 33 mil niños tendrán la oportunidad de una mejor educación”, afirmó.
René Mauricio Valdés, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas, también destacó la cobertura de la educación primaria en el país, que supera el 90 por ciento, pero señaló que ahora el mayor reto es aumentar la calidad.
“Es una ayuda directa para alcanzar la educación primaria universal y disminuir la desnutrición en niños de los departamentos con mayores niveles de rezago en su desarrollo”, dijo Valdés.