Las explosiones han generado avalanchas de material desde el cráter hacia las barracas Cenizas y Las Lajas, además de retumbos y ondas de choque sensibles a 12 km de distancia del coloso, según el reporte.
(Video Prensa Libre: Ricky López Bruni Cine)
Las autoridades continúan con el monitoreo de la actividad del volcán, que por el momento consideran normal, pero que podría incrementarse, por lo que recomiendan a la población estar atenta a la información, y reportar cualquier incidente a las instituciones de emergencia.
Mario Valle, técnico de campo, de la Unidad de Prevención de Volcanes, de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, informó que el incremento de la actividad fumarólica puede alcanzar hasta seis mil metros sobre el nivel del mar, cuando no hay viento en la parte alta del coloso.
“Los sonidos de los retumbos se pueden percibir principalmente en horas de la tarde y noche, debido a la acústica que generan los valles y barrancos que están alrededor del volcán”, comentó.
Pobladores están en alerta
Carlos Coc, vecino de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, aseguró que las ventanas y láminas de las viviendas vibran con los retumbos, algo normal cuando aumenta la actividad del volcán.
Siriaco Pamal, jefe de la 55 compañía de Bomberos Voluntarios de San Juan Alotenango Sacatepéquez, refirió que las estaciones cercanas se encuentran en alerta amarilla institucional, para brindar el apoyo necesario a las comunidades que se encuentran en riesgo.
Antecedentes
Según el Insivumeh, el Volcán de Fuego es unos de los colosos más activos de Guatemala. En su página de internet, el Instituto registra que este volcán ha tenido más de 60 erupciones desde 1524.
Las explosiones más violentas han ocurrido en 1932, 1971 y 1974; y las más recientes, el 21 de mayo de 1999 y septiembre del 2012, respectivamente.
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