“Se da una situación compleja porque la familia no sabe a quien ser leal si a la niña o al adulto y termina, lamentablemente, dándole la razón al mayor y la víctima no recibe atención” , expresó.
“La situación de la niñez y los adolescentes sigue siendo un tema preocupante porque seguimos encontrando que la violencia se da en el ámbito de la familia de forma cotidiana e incluso en organizaciones o instituciones que fueron creadas para su protección con las escuelas” , enfatizó.
López comentó que el Estado guatemalteco ha sido, hasta cierto punto, negligente, porque reconociendo la realidad de la niñez y la adolescencia no implementa acciones efectivas para que estén protegidos.
Aseguró que un estudio que hizo la Conacmi estableció que de cada 10 niños que sufren de violencia física y emocional, siete son abusados sexualmente.
Antes se evidenciaban de cuatro a cinco casos de hechos a la semana en los que participaban algún miembro del núcleo familiar, pero ahora la cifra casi se duplicó, sostuvo.
Sin embargo, aclaró que no cree que la violencia contra la niñez haya aumentado, sino que hoy existe más sensibilidad para denunciar la situación.
López también lamenta la impunidad en la que quedan la mayoría de casos por falta de seguimiento a las denuncias.
Maltrato
“Creemos que la situación de violencia que se vive en las casas es alarmante, cada día más niños son golpeados, en los hospitales hay muchos reportes de lesiones, quemaduras intencionadas y hasta estrangulaciones que los médicos no registran como maltrato pero lo son”, apuntó.
En opinión de López, en Guatemala hay muchas situaciones que trabajar para acabar con la violencia contra la niñez, sobre todo la sexual transgeneracional.
El activista afirmó que en la atención que da la Conacmi también han encontrado que de cada diez casos, en siete la madre refiere que fue violada sexualmente cuando era niña.
“Entonces lamentablemente hay una cadena, un círculo que no se logra romper en el ámbito familiar y que se legitima, creemos que es importante no solo evidenciar esos hechos si no tomar acciones efectivas para que esto se termine” , enfatizó.
Además, “es lamentable que socialmente se acepte en comunidades que cuando la madre muere, muchos padres comienzan a convivir con sus hijas, la gente lo ve y no lo denuncia, y hay que romper ese círculo patriarcal” , sentenció.
Niñas violadas
López dijo que siete de cada diez niñas violadas presentan infecciones de transmisión sexual y muchas quedan embarazadas, lo cual pone en riesgo sus vidas porque su cuerpo no tiene la capacidad y no están preparadas para ser madres.
Según las estadísticas oficiales, en los últimos años los casos de niñas que resultan embarazadas ha ido en aumento.
Uno de cada cinco niños que nacen en Guatemala son de madres adolescentes de este país, que durante los primeros siete meses de 2013 registró más de 34 mil embarazos en jóvenes de entre 15 y 19 años, dijeron el jueves fuentes oficiales.
De acuerdo con las estadísticas, en 2009 Guatemala registró 41 mil 529 casos, en 2010 subió a 45 mil 048, en 2011 a 49 mil 231 y en 2012 hubo 59 mil, detalló Alejandra Carrillo, representante del Gabinete de la Juventud.
“En Guatemala estamos hablando de un total desamparo porque la política de Estado no ha funcionado durante tres gobiernos” , concluyó.