En su declaración, en el Juzgado Primero B de Mayor Riesgo, a cargo de Miguel Ángel Gálvez, el colaborador eficaz afirmó que era obligado por el alcalde a hacer pagos a las empresas vinculadas con Vivar Marroquín y Amado Rodrigo.
En su relato explicó que la Municipalidad estaba obligada a desembolsar entre Q15 mil y Q90 mil cada 15 días a empresas que se dedicaban a la construcción y banquetes.
“El alcalde dio la orden de que solo a las empresas que él quería se les debía dar los proyectos que eran aprobados”, aseguró Asencio.
El extesorero señaló que en una ocasión la comuna recibió una donación, y el alcalde manifestó que como habían muchos proyectos que se estaban ejecutando, ese dinero se repartiría entre todos los miembros del Concejo.
Agregó que personas allegadas al jefe edil cobraban los cheques en un banco del sistema, por supuestos servicios prestados, a tal punto que falsificaban las firmas.
La defensa de los sindicados intentó en todo momento bloquear la declaración de Asencio, pero cada uno de los recursos que plantearon fueron rechazados por el juez.
Ahora, el Ministerio Público tendrá que corroborar la información proporcionada por Asencio, y si logra comprobarla, este podría ser beneficiado con una condena mínima y el perdón judicial, además de otras restricciones que sería obligado a cumplir.
Vivar intentó conseguir su libertad y que le cambiaran los delitos que le sindican, que son lavado de dinero, fraude, concusión y asociación ilícita. Sin embargo, la petición fue rechazada por el juzgador.
