Según la denuncia, que consta en documentos suministrados por un investigador salvadoreño a cargo del caso, se acusa a Wehr de haber incumplido sus promesas, por la falta de información sobre los proyectos, los cuales aún no comienzan porque no están a su nombre.
En entrevista con este diario, representantes de esa empresa reconocieron que no han empezado tales proyectos, lo cual contradice los comunicados oficiales de páginas electrónicas de esa firma, donde aseguran que las obras están en marcha.
SIN AVAL OFICIAL
La firma Wehr enfrenta otra demanda, presentada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) por utilizar en su página de internet logotipos de esa cartera y los del Gobierno de Guatemala.
Alfredo Pokus, ministro de Energía, informó que esa empresa no está reconocida en el MEM.
El escándalo, la disputa penal y el uso ilegal de símbolos oficiales preocupan al Estado guatemalteco, porque podrían reducir el interés en inversiones de energía renovable, comentó Pokus.
También podría afectar la imagen de empresas privadas vinculadas a ese mercado en la oferta internacional, agregó.
Las demandas de estafa y la defensa de los representantes de la empresa están en su fase inicial, pero ya se han visto afectadas terceras compañías que mantuvieron alguna relación durante el año último con Wehr en Guatemala.
Incertidumbre
Los inversionistas que compraron acciones a Wehr, según documentación a la que Prensa Libre tuvo acceso, recibieron fotografías, información electrónica y escrituras de participación donde esa empresa reconocía la relación comercial y afirmaba ser propietaria de hidroeléctricas en construcción y, según sus publicaciones, de otras en funcionamiento en Huehuetenango, Alta Verapaz y Quiché, todas de energía renovable.
Los proyectos existen, pero no pertenecen a Wehr, sino que se trata de ofertas sacadas a licitación por el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) desde 1982, sin haber sido adjudicados a ningún oferente. Aún continúan en disponibilidad.
Solo se inició un estudio de impacto ambiental en la hidroeléctrica El Islan, S.A., a solicitud de la empresa cuestionada, pero no hay ninguna resolución del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales sobre su aval.
Sin embargo, representantes de Wehr repiten en anuncios por internet —su principal canal de comunicación con sus inversionistas— que están en una “fase avanzada”.
En su portal electrónico se observa, además de información general, el logotipo del MEM, de la Cámara de Comercio de Guatemala y del Gobierno.
Las sospechas de irregularidades aumentan con la demanda que el MEM presentó contra Wehr por utilizar sus logotipos, debido a que no tiene registro de ninguna actividad energética, y por utilizar de manera ilegal el nombre de Guatemala.
Modo de operar
En páginas de internet, Wehr se presenta como una empresa internacional con operaciones en Guatemala desde el 2010, y constituida en Inglaterra el mismo año. Afirma dirigir la construcción de cinco hidroeléctricas, por lo que busca inversionistas para inyectar capital.
Los representantes de la empresa en el país son Lorena Valdez Melia, así como los estadounidenses Jorge Vizcarra y Gabriel Conde, y encargados de la comunicación con los inversionistas en el extranjero.
Conde también firmó los contratos de participación con los socios, de acuerdo con los documentos contenidos en la demanda de los afectados en el MP.
Sin embargo, Valdez Melia y Vizcarra dijeron no recordar cuál era la responsabilidad de Conde en la empresa, quien supuestamente dejó de laborar, y se desconocen los motivos por los que se retiró.
La oferta de negocio es atractiva y pareciera segura para los futuros inversionistas, a quienes se ofrecen ganancias de hasta 60 por ciento en un año, con una inversión inicial de US$50 mil —unos Q390 mil—.
Los representantes de Wehr convencían a sus clientes por vía digital, nunca personalmente; después enviaban números de cuentas para recibir los depósitos por medio de transferencias electrónicas en el Banco Nacional de Nueva Zelanda, a la cuenta a nombre de World Energy Holdings and Research PLC.
Al confirmarse las transacciones, Wehr envía a sus inversionistas las escrituras donde documenta que son accionistas de World Energy Hydro Pack 1, proyecto que encabeza El Islan, para construirse supuestamente en un año, aunque los estudios de factibilidad han tardado más de 18 meses.
Información en poder de este rotativo da cuenta de que solo en el 2010 ciudadanos de Inglaterra y Australia hicieron transferencias por más de US$2 millones.
surgen Sospechas
Cuando los nuevos socios comenzaron a exigir cada vez más información sobre sus inversiones y el avance de las hidroeléctricas, empezaron a surgir dudas, por la inconsistencias en las respuestas de Wehr.
“Nos piden la devolución del dinero, pero eso ya está invertido; ellos —los inversionistas— sabían el riesgo al adquirir acciones de esa naturaleza”, afirma Vizcarra.
Otra falsedad detectada es la información incluida en comunicados de prensa en la página oficial www.wehr.com, donde dice que posee la propiedad de 12 proyectos hidroeléctricos en el país.
Ante las sospechas de estafa, algunos accionistas exigen la devolución del dinero invertido, pero las respuestas siempre son esquivas desde las oficinas de Wehr en Guatemala, instalada en el edificio Europlaza.
Conde y Vizcarra se excusan al citar innumerables problemas que obligaron a suspender los trabajos en las hidroeléctricas, o que por atrasos no podrán cumplir con los plazos establecidos.
Esa incertidumbre origina que los socios defraudados enderecen acusaciones públicas contra Wehr desde sus países.
Esos señalamientos aparecen en diversos foros virtuales, en los que los interesados intercambian información para fortalecer su defensa.
La distancia continental entre los afectados y los representantes resulta un obstáculo, pero las denuncias por estafa finalmente llegaron en junio último al Ministerio Público, al que se le solicita investigar a Wehr, aunque el proceso no avanza.
Sospechosamente, el 20 de mayo de este año, dos meses antes de la denuncia de los supuestos estafados, Wehr ya había acudido a la Fiscalía contra Extorsiones a denunciar a sus inversionistas por supuesta difamación y extorsión.
Argumentó que estos pretenden la devolución de su capital e intereses, lo que no puede cubrir, por “estar prácticamente en bancarrota”.
Alertas financieras
Wehr está registrada en las bolsas de Fráncfort, Alemania, y en el Reino Unido, pero los mercados financieros de esos países advierten que sus acciones no figuran en el mercado regulado, no son garantizadas por dichas entidades y son inversiones offshore de alto riesgo.