Guatemala podrá enviar a mareros a cárceles en el extranjero, según nueva ley antipandillas
La medida aprobada por los diputados es temporal, hasta que el país construya su propia cárcel de máxima seguridad, exclusiva para pandilleros.
Este año autoridades han desarrollado múltiples requisas, exponiendo como pandilleros cuentan con lujos y privilegios. Fotografía: Prensa Libre.
Guatemala no cuenta con una prisión capaz de contener a los pandilleros, por lo que el Congreso autorizó al Gobierno a buscar acuerdos con otros Estados y trasladar a reclusos condenados por pertenecer a maras.
La disposición, en materia de seguridad y control penitenciario, fue incluida como una de las enmiendas al decreto 11-2025, que contiene la nueva Ley Antipandillas.
La normativa fue aprobada luego de la decisión del Gobierno de Estados Unidos de declarar como terroristas a los pandilleros y luego de una reciente fuga masiva que evidenció la fragilidad del sistema carcelario en el país.
El traslado de mareros a cárceles en el extranjero quedó establecido en un artículo transitorio, por lo que será una medida temporal, válida únicamente mientras se construye en Guatemala un penal de máxima seguridad.
Este martes 21 de octubre, el pleno del Congreso emitió el decreto, que pasará ahora a revisión de estilo y luego será enviado a la Presidencia de la República. El mandatario Bernardo Arévalo deberá sancionarlo o vetarlo.
En caso de ser aceptada, la norma se publicará en el diario oficial y entrará en vigor un día después. A partir de ese momento comenzará el conteo para construir el nuevo centro penitenciario.
“En el plazo de un año, a partir de la entrada en vigencia de la presente ley, el Ministerio de Gobernación deberá iniciar la construcción de un centro de detención preventiva de máxima seguridad específico para integrantes de maras, y otro centro de cumplimiento de condena de máxima seguridad para los grupos antes mencionados”, señala el artículo.

Además, el último párrafo indica: “De igual manera, se podrá celebrar con otros gobiernos convenios bilaterales que contemplen el cumplimiento de las penas y condenas, en los centros de máxima seguridad legalmente reconocidos, a que se refiere este artículo.”
Guatemala, sin prisiones adecuadas
El diputado José Chic, del bloque Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS), fue uno de los impulsores del artículo. Afirma que actualmente no existe ninguna prisión con capacidad real para contener a los mareros.
“La idea nace a partir de las debilidades que muestra el Sistema Penitenciario. Ya quedó demostrada su vulnerabilidad con la fuga de estos 20 privados de libertad”, señaló el congresista.
Chic agregó que el Ministerio de Finanzas deberá hacer las readecuaciones presupuestarias para la construcción del penal, y dejar abierta una fuente de financiamiento alterna, en caso de que el presupuesto nacional no sea aprobado.
Para evitar más fugas y garantizar la seguridad ciudadana, se busca apoyo de gobiernos que ya han resuelto ese problema. “La idea es que mientras se construye la cárcel, Guatemala pueda enviar a los pandilleros, por ejemplo, al Cecot de El Salvador, por la cercanía. Luego podrían retornar, pero a una prisión de máxima seguridad”, enfatizó.
También contempla extradiciones
El diputado Elmer Palencia, jefe del bloque Valor, consideró que la ley es apenas un primer paso de toda la legislación necesaria para enfrentar a las maras.
Explicó que este artículo, además del traslado temporal, también podría aplicarse a solicitudes de extradición provenientes de países que consideren que los mareros han delinquido en su territorio.
“Lo que permite el artículo es que, a través de convenios firmados por Guatemala, se puedan establecer procesos de extradición. Hace poco, Estados Unidos declaró a las dos principales pandillas que operan en Guatemala como terroristas. Esa designación tiene connotaciones distintas”, dijo Palencia.

Recalcó que será el presidente quien determine con qué gobiernos firmar convenios, al ser el encargado de la política exterior.
Por su parte, la diputada oficialista Andrea Reyes —quien también participó en la redacción de enmiendas— destacó que el artículo busca la expulsión de mareros extranjeros condenados en el país.
“Se priorizará la deportación de personas condenadas en Guatemala que sean de otra nacionalidad; y en segundo lugar, que si no tenemos condiciones carcelarias adecuadas, puedan ser enviadas al extranjero mientras finaliza la construcción”, explicó Reyes.
Las constantes requisas en las cárceles guatemaltecas confirman el control que los mareros mantienen en los penales, con acceso a tecnología y privilegios prohibidos por ley.
Con la nueva ley antipandillas, además del endurecimiento de penas, se busca construir una prisión capaz de contener el poder que han ejercido los mareros dentro del Sistema Penitenciario.



