Guatemala

Hogar Seguro | Solo una menor llegó por conflictos penales

A pesar de que el  presidente Jimmy Morales indicó a un canal extranjero, en su momento, que “muchas de las menores” que fueron encerradas en un salón del Hogar Seguro Virgen de la Asunción el pasado 7 de marzo  “tenían conflicto con la ley”, la información proporcionada por acceso a la información de la Secretaría de Bienestar Social (SBS) indica lo contrario.

De 56 menores que se encontraban en un salón del Hogar Seguro el 8 de marzo pasado, 41 murieron en un incendio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

De 56 menores que se encontraban en un salón del Hogar Seguro el 8 de marzo pasado, 41 murieron en un incendio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

De las 56 jóvenes que se encontraban en un salón del Hogar Seguro y de las cuales murieron 41 durante y en los días siguientes a un incendio ocurrido el 8 de marzo, tan solo una tenía como razón de ingreso “conflicto con la ley penal”.
Al preguntar a esa institución cuáles eran los motivos de ingreso de cada una de las niñas —fallecidas y sobrevivientes—, sin identificarlas por  nombre, pero sí por su lugar de residencia, los datos brindados  apuntan a que 14 ingresaron por rebeldía, 12 por problemas familiares, seis por maltrato, cinco por consumo de drogas, cuatro por protección y abrigo, mientras que por abandono, agresión sexual y orfandad fueron dos de cada motivo.

Por violencia sexual, falta de recursos, riesgo social, víctima de secuestro, alcoholismo,  afiliación a pandillas y conflicto con la ley penal ingresó una por cada razón.

Respecto a los lugares de residencia u origen de las 56 adolescentes, la mayoría  provenía de sitios en donde las condiciones de servicios básicos y pobreza no le permiten a la población un desarrollo integral.

De las 26 menores del departamento de Guatemala, dos provenían de Amatitlán, seis de Villa Nueva y una de Mixco. Aunque la SBS no especificó las zonas, durante los días posteriores a la tragedia familiares indicaron que residían en áreas vulnerables donde la presencia de las pandillas es fuerte.

De las adolescentes que vivían en el área rural, había cinco  de Jutiapa, cuatro de Chimaltenango, tres de Huehuetenango y el resto de otros departamentos, en donde las condiciones de  pobreza en las que crecieron y la falta de oportunidades de educación fueron determinantes para trasladarse a un lugar lejano a su comunidad.

Reflejo de la realidad

Rosa María Ortiz, experta en derechos humanos y de la niñez, quien visitó el país recientemente, comentó: “Generalmente, las víctimas son un espejo de lo que nos falta.  Lo triste es que además de ser víctimas se les culpabiliza, en lugar de ver que las carencias estaban altas”.

Eso se evidenció en el informe Pobreza multidimensional infantil y adolescente del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (2014), que muestra que  el 54.8 por ciento de los hogares en los que habitan menores de 18 años viven en situación de pobreza, no solo monetaria, sino también y de forma simultánea en situación de privación en al menos dos dimensiones de derechos.

Para Ortiz, en los casos de las víctimas del Hogar Seguro, “hay muchos índices de discriminación, ya que muchos de los que estaban allí son niños indígenas y  pobres”.

Destacó la experta que es necesario tomar en cuenta que la discriminación que mató a esas jóvenes “tiene que enseñarnos que están faltando políticas de inclusión”.

Esto debido a que entre las jóvenes, y el resto de niños albergados, había quienes  estaban allí porque la madre trabajaba o porque sus padres se separaron.

Ortiz  indicó que se debe “evaluar qué servicio precisa Guatemala, y servicios  donde viven los niños, no servicios dentro de la capital”.

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