Dos presuntos sicarios llegaron al negocio de la comerciante María Marcela Lux Castro, de 47 años, a eso de las 9.05 horas, en el centro de Sacapulas, según las autoridades.
Siete detonaciones de arma de fuego alertaron a los residentes del lugar, quienes vieron huir a dos sujetos y abordar una motocicleta después de disparar un arma de fuego en contra de la mujer.
En el local comercial de Lux Castro, donde vendía ropa y zapatos, quedó tendido su cuerpo ensangrentado. Entre gritos de auxilio, familiares llamaron a los Bomberos Voluntarios de la 43 compañía de Sacapulas para llevarla de inmediato a la emergencia del hospital nacional local. Minutos después murió.
Mientras esto ocurría, pasadas las 9.30 horas, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) reportaron la captura de los presuntos sicarios de Lux Castro en el caserío San Jorge de Sacapulas. Los identificaron como Víctor Manuel López Cifuentes, de 25; y José Alberto Gutiérrez Copen, de 23; ambos originarios del departamento de Guatemala.
Los llevaron a la subestación 71-6-1 de la PNC en Sacapulas, para consignarlos y trasladarlos al juzgado de paz local. Sin embargo, ahí ocurrió lo que no se imaginaban hasta ese momento los elementos de la PNC. No había ocurrido en los últimos años algo parecido.
Una multitud de más de mil personas se aglomeró alrededor del autopatrulla de la PNC y exigió que les entregaran a los sujetos. Los agentes se resistieron por poco tiempo, porque era mucha gente, hasta que se los arrebataron.
Los sacaron por la fuerza y comenzaron a golpearlos. Para eso eran las 10 horas de ese fatídico sábado 16 de septiembre.
Durante media hora, y entre empujones, patadas, discusiones y exigencias porque confesaran por qué habían matado a Lux Castro, a las 10.30, aproximadamente, los llevaron en un picop particular a la aldea Pacuch para continuar el interrogatorio y obligarlos a decir quién “les había pagado por matarla”.
A partir de ese momento se desconoce qué ocurrió. Los pobladores de la comunidad, de donde era originaria la víctima mortal, bloquearon los ingresos para evitar que las autoridades pudieran ingresar para rescatar a los dos hombres.
Las primeras pesquisas dan cuenta que ya en la aldea confesaron que “una mujer los había mandado al lugar para cobrar una deuda”, pero no dijeron ningún nombre, o por lo menos hasta ahora no se ha hecho público, según las autoridades.
Una teoría del MP es que al mediodía le dieron muerte a Gutiérrez Copen, de 23 años. Lo quemaron vivo. Esto ha sido difícil que lo confirmen las autoridades porque la población, según el ente pesquisidor, se ha resistido a dar declaraciones del caso.
A las 18.30, luego de continuar con la averiguación del o a responsable de ordenar el crimen de Lux Castro, queman a López Cifuentes, de 25. A partir de ese momento se hacen virales vídeos y fotografías del suceso criminal.
La fiscalía municipal del MP de Nebaj, Quiché, se había desplazado al área para el procesamiento de la escena en la que en horas de la mañana tuvo lugar un ataque armado contra Lux Castro.
Según el MP, los pobladores, fuertemente armados, evitaron que la PNC pusiera a disposición de juez competente a los sindicados y se los llevaron bajo amenazas a la aldea Pacuch, donde les prendieron fuego a ambos. Hasta ahora ha sido difícil procesar el área donde ocurrió el linchamiento.
No hay ninguna captura, asegura el MP, mientras que personal fiscal continúa la investigación del caso. Verifican cámaras de videovigilancia y analizan, además, vídeos y fotografías que circulan para personalizar a quienes participaron en el linchamiento de las dos personas.
Además, continúan las pesquisas sobre el posible autor intelectual del crimen de Lux Castro.
#ComunicadoPDH | El Procurador de los Derechos Humanos, Dr. Alejandro Córdova expresa su rechazo a las acciones violentas cometidas el 16 de septiembre, en el municipio de #Sacapulas, del departamento de #Quiché pic.twitter.com/J7yBVjDNwm
— PDH Guatemala (@PDHgt) September 17, 2023
El Código Penal de Guatemala, en el artículo 39, sanciona los linchamientos bajo la denominación de delito de muchedumbre. Este tiene dos disposiciones.
- Si la reunión tuvo por objeto cometer determinados delitos, responderán como autores todos los que hayan participado materialmente en su ejecución, así como los que sin haber tenido participación material, asumieron el carácter de directores.
- Si la reunión no tuvo por objeto cometer delitos y éstos se cometieren después por impulso de la muchedumbre en tumulto, responderán como cómplices todos los que hubieren participado materialmente en la ejecución y, como autores, los que revistieren el carácter de instigadores, hayan tenido o no participación material en la ejecución de los hechos delictivos.
