“Nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás, ni nos interesa cuidarlos”, escribió Vian en su cuenta.
Hizo un llamado a hacerse “conscientes de que formamos parte de una comunión en la que el amor vence la indiferencia, para “ponernos en relación con la sociedad que nos rodea, con los pobres y los alejados”.
“He querido extenderme en esta mística de la renovación de nuestra Iglesia, para que entre todos evitemos el peligro de hacer una renovación arquidiocesana sin alma”, culminó Vián Morales.