La funcionaria precisó que en México, un total de 145 cadáveres sin identificar fueron encontrados en fosas comúnes en abril y mayo de 2011, mientras que este año fueron halladas otras 61 en el noreste de ese país (12 en Tamaulipas y 49 en Nuevo León).
Sin embargo, aclaró que los análisis se realizarán de forma privada y no se darán a conocer los lugares donde se realizarán las pruebas para proteger a los familiares.
“No se cuenta con registro y una estadística fiable de cuántos guatemaltecos se encuentran desaparecidos, ya que los familiares temen denunciar debido a represalias o extorsiones por parte de los grupos criminales que operan en ese país (México)”, aseveró.
La procuradora explicó que el proceso para obtener las pruebas de ADN se realizará en dos fases: del 31 de julio al 4 de agosto en la ciudad de Guatemala; y del 6 al 10 de agosto en Quetzaltenango.
La identificación “es un avance para darles paz y tranquilidad a las familias que se encuentran en la incertidumbre, al desconocer el paradero de familiares que han tomado la decisión de abandonar su país de origen en busca de oportunidades y mejorar su calidad de vida”.
El pasado 21 de marzo, las autoridades mexicanas repatriaron los restos de 11 guatemaltecos identificados entre las 193 víctimas de una matanza en Tamaulipas, en abril de 2011.
La identificación se logró gracias a pruebas de ADN que le practicaron a familiares que denunciaron la desaparición de 53 guatemaltecos en territorio mexicano en su travesía hacia Estados Unidos.
Muchos de los inmigrantes guatemaltecos y de otras naciones que pasan por México en su ruta a Estados Unidos han sido objeto de asaltos por parte de bandas armadas y muchos de ellos han sido golpeados, secuestrados o asesinados.