“Es el mejor regalos que podríamos haber recibido. Todo lo que Dios decidió darnos está bien”, coinciden los padres desde la sala de cuidados intensivos del Hospital Nuestra Señora de Lourdes.
Los pequeños nacieron el 24 de octubre, nueve semanas antes, y su peso osciló entre una libra 11 onzas a dos libras 14 onzas, por lo que requieren tiempo en incubadora.
Rosa dedica su tiempo a los pequeños en el hospital y los amamanta, en tanto Melvin sostiene: “Es difícil, pero es bueno contar con la bendición de tres hijos”.