La propuesta establece una etapa de bachillerato con orientación en educación y después la formación con título a nivel de técnico universitario.
Superar retraso
Egil Velásquez, representante del Ministerio de Educación (Mineduc) en la Mesa Técnica, explica que el objetivo a largo plazo es mejorar la calidad de la educación en el país, uno de cuyos factores de rezago es la formación docente. El país es el único del Istmo y de los pocos del Continente que aún forma maestros solo a nivel medio.
“No tiene como objetivo desaparecer el magisterio, sino mejorar el nivel de formación inicial en Guatemala”, explicó.
Sin embargo, para el director de Docencia de la Universidad de San Carlos (Usac), Carlos Aldana, el defecto radica en que no se discutió lo suficiente ni se plantean mejoras laborales tangibles.
Cinco especialidades
Según el proyecto, la fase universitaria tiene cinco opciones para elegir entre la educación pre y primaria intercultural y sus variantes bilingües, así como la de Productividad y Desarrollo, actualmente llamada Educación para el Hogar.
En los cambios, de acuerdo con Germán Curruchiche, del Consejo de Educación Maya, destaca la inclusión, por primera vez, de la educación en idioma materno y en el área de matemática que se aplica según la cultura de los pueblos, incluso xinca y garífuna.
“Se incluye también la literatura indígena porque contiene mucha de la historia de los pueblos”, enfatizó.
Proceso
El cambio sería gradual, y durante los primeros dos años, en la etapa inicial se capacitaría a los maestros en el área específica según la especialización, explicó Velásquez.
“Se iniciaría con los actuales profesores y se establecería un programa de capacitación para que puedan continuar con la siguiente etapa”, subrayó.
La infraestructura también cambiaría con la propuesta, ya que, aunque el título tenga el aval universitario, la carrera se inicia y concluye en las actuales escuelas normales.
Velásquez refirió que las escuelas normales seguirían bajo la rectoría del Mineduc, y la Usac o cualquier universidad que se incluya solo respaldarían la calidad de la educación.
Sin embargo, uno de los inconvenientes es que, por problemas de espacio, las escuelas normales que ahora imparten el nivel básico tendrían que trasladar durante los próximos dos años esos grados a otros establecimientos, y solo formar maestros.
Aún así, los institutos siguen ocupados por jóvenes que claman que se les tome en cuenta en el diálogo, para definir los contenidos de una carrera que apenas si empezaron a cursar, pues ya perdieron la tercera parte del ciclo lectivo.