Dificultades
La Unidad de Investigación (UDI) de la Fiscalía Metropolitana tiene dificultades para investigar este tipo de casos, porque los tarjetahabientes desisten de continuar con el proceso legal, luego de que la entidad emisora les restituye el monto que fue sustraído de sus cuentas por los clonadores.
Además, cuando se hacen las denuncias, los afectados no aportan mayores detalles sino únicamente la cantidad de dinero que les fue debitada de sus cuentas.
Sin embargo, uno de los mayores problemas, explican investigadores, es que en la legislación nacional no existe el delito de clonación de tarjetas o de usurpación de identidad para esa práctica, con lo que se complica la captura y procesamiento de los clonadores, así como el decomiso del equipo que utilizan.
Incluso a varios de los procesados se les ha decretado falta de mérito por parte de los jueces, porque la ley no estipula ninguna pena para quienes portan equipos para clonar tarjetas.
Otro de los aspectos que empiezan a resaltar en las investigaciones, la usurpación de identidad para obtener tarjetas de crédito y de débito.
Según el MP, las personas que se dedican a la clonación utilizan documentos extraviados como cédulas o DPI para llegar a las entidades emisoras del dinero plástico a solicitar las tarjetas de crédito y de débito.
Cuando la persona afectada se da cuenta, es porque recibe el estado de cuenta, y le informa a la compañía emisora que no ha hecho trámites para obtener tarjetas.
Hay casos en donde la duplicación se efectuó en Guatemala y el consumo se hizo en Houston, Texas.
Hay otro caso documentado por Prensa Libre, en donde también se clonó el dinero plástico y el consumo se hizo por 1 mil 200 en Italia.
Modalidades
Una de las formas recurrentes que utilizan los clonadores es que en tarjetas de crédito o débito de otros bancos le adhieren la cinta magnética que contiene la información del plástico duplicado de otra entidad bancaria.
También acceden a los cajeros automáticos. En estos lugares instalan cámaras de video, con las que graban el pin marcado por los usuarios y además colocan un equipo para copiar la banda magnética. Ya con toda la información proceden a hacer consumos o extraer dinero de las tarjetas de crédito o de débito.
Además, efectúan compras por internet, debido a que para ello solo se requiere el número de tarjeta y el código.
Un método que aún persiste es el llamado hilo libanés, que consiste en colocar un hilo en la ranura para tarjetas del cajero, con lo cual el plástico queda retenido.
Fraude
Tarjeta con chip fue duplicada
Hay un caso documentado por Prensa Libre que sucedió en diciembre del año pasado, cuando clonaron una tarjeta de débito que tenía chip —lo cual se supone que hace que el plástico sea más seguro—, pero los clonadores lograron obtener la información del tarjetahabiente e hicieron consumos en comercios por al menos Q6 mil.
Lo que llama la atención en este caso es que el cliente estaba suscrito a la notificación por mensajes de texto para su móvil cuando se utilizaba el plástico, pero al momento en que los clonadores hicieron los consumos, no se recibieron los mensajes que indicaran la transacción.
El titular del dinero plástico se dio cuenta hasta el momento en que le fue denegado hacer una transacción.
Al consultar a la entidad emisora, al usuario se le indicó que su tarjeta había sido bloqueda por fraude.
Lo que sorprende al cliente es que en ningún momento los comercios y restaurantes en donde se hicieron los consumos solicitaron el DPI, pese a que en un restaurante de comida rápida el gasto fue por Q2 mil, y en otro, por Q1 mil.
En este caso se presentó la denuncia, pero la entidad emisora le indicó a la persona afectada que ellos se harían cargo y que ella no se involucrara en el proceso legal.
Q6
Mil fue la cantidad consumida por los clonadores de la tarjeta con chip en restaurantes y comercios.
Principales medidas
El MP recomienda tener a la vista en todo momento las tarjetas de crédito y débito.
Hacer pagos en efectivo en las gasolineras, pues son un punto vulnerable para la duplicación de la banda magnética.
Al pagar en los comercios, se debe estar pendiente de que el cajero no haga movimientos sospechosos, como que se le caiga la tarjeta o que vaya a un lugar oculto.
Tener a mano los números de teléfono de las entidades emisoras de tarjetas.
Anotar el número de la caja en que utilizó la tarjeta por última vez, así como la hora; esto facilitará al MP ubicar el lugar donde se hizo la clonación.
1,650 Casos de clonación de tarjetas de crédito y débito conoce la Unidad de Investigación de la Fiscalía Metropolitana.
80 Por ciento de los denunciantes desisten de continuar con el caso después de que la entidad emisora del dinero restituye el monto.