Las reuniones se acordaron pese al rechazo de algunos diputados, por lo que hay quienes creen que podrían emplearse tácticas para retrasar la discusión o impedir que avancen artículos esenciales.
En primera instancia, las reformas a la Constitución habían quedado fuera de la agenda del Congreso para esta semana, pero el diputado por el Partido de Avanzada Nacional (PAN) Manuel Conde solicitó que se estableciera una hoja de ruta para su discusión. La idea del congresista era crear mesas técnicas especiales.
Esa propuesta fue rechazada por algunos diputados. Orlando Blanco, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), sugirió establecer sesiones específicas para discutir la iniciativa que fue consensuada por mesas técnicas a escala nacional, lideradas por la Procuraduría de los Derechos Humanos, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
Con 12 votos, los diputados decidieron que los miércoles, a partir del 1 de febrero, sostendrán sesiones especiales para discutir de manera exclusiva las citadas reformas.
Se oponen a reforma
Según el jefe del PAN, Fernando Linares, opositor a las reformas, ese espacio permitirá escuchar a varios sectores que quedaron fuera de las mesas técnicas que discutieron la propuesta, que finalmente se llevó al Congreso.
Édgar Ovalle, subjefe del Frente de Convergencia Nacional, respaldó a Linares. “Entiendo que hubo varios sectores que fueron escuchados, pero al final su opinión no se reflejó en las propuestas. Este espacio permitirá escuchar a todos los que quieran expresarse”, razonó.
No obstante, legisladores de la UNE, de Encuentro por Guatemala y de Winaq coinciden en que hay una estrategia orquestada para retrasar la discusión de las reformas, hecho que se ha evidenciado en varios espacios de discusión.
Repartirán comisiones
El Congreso decidió incluir hoy en la agenda la elección de las presidencias de las comisiones de trabajo; sin embargo, anoche no todos estaban convencidos de los acuerdos.
El problema, dicen, radica en que el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) ha querido acaparar todas las comisiones que considera importantes, que manejan asuntos que podrían afectar al Ejecutivo o que son de su interés, como la Comisión de Finanzas, la cual podría quedar en manos del oficialista Adim Maldonado.
El partido de gobierno también puso el ojo en la Comisión de Derechos Humanos, que por varios años ha sido del partido Todos, debido a que este año tiene un interés especial: se elige al nuevo procurador de los Derechos Humanos.
Esa sala la quiere presidir el polémico legislador y militar retirado Estuardo Galdámez.
Para evitar la fiscalización de los ministros, FCN-Nación se apartar de sus salas de trabajo a Ronald Arango, de la Comisión de Derechos Humanos, y Luis Hernández Azmitia, que ha presidido la de Salud y ha protagonizado varias citaciones que han puesto en aprietos a más de algún funcionario.
La Comisión del Migrante también es de interés para el partido de gobierno, ya que es un deseo del diputado Juan Manuel Giordano, quien el año pasado participó en la citación en la que la gobernadora de Alta Verapaz Estela Ventura salió llorando porque se sintió humillada y discriminada por su condición étnica.
Todas esas propuestas se encuentran en discusión e inclusive pueden cambiar este miércoles.
