Datos de las organizaciones sociales que integran el movimiento Congreso Eficiente, que miden la actividad parlamentaria, registran que en el actual Congreso se agendó en 249 ocasiones la elección y cada vez que llegaban al punto se levantaba la sesión.
Expertos consideran que el Legislativo no tiene intenciones reales de renovar a las autoridades judiciales, porque la actual Corte Suprema de Justicia es cómoda para sus intereses.
Los cientos de ocasiones en que el tema es puesto en agenda sin que se avance es una muestra clara, a decir de analistas, de la poca voluntad que tiene el Congreso para cumplir con su tarea constitucional y que les fue heredara de la anterior legislatura.
Sin acuerdos
El primer vicepresidente del Congreso, Boris España, que consiguió renovar su curul con el partido Vamos, teme que la elección será casi imposible de lograr en los meses que les resta de mandato.
“Lo que no ha habido en el Organismo Legislativo son los consensos necesarios para proceder a la elección de los magistrados, precisamente por el procedimiento que estableció la CC”, señaló.
La situación se puso todavía peor, indicó, porque un número considerable de legisladores no consiguió su reelección y con eso pierde el interés por legislar en los menos de dos meses que hacen falta para que termine el actual período ordinario de sesiones.
“Hay muchos diputados que no fueron reelectos; menos querrán tomar una decisión, porque ya no van a estar”, insistió España.
El vicepresidente del Congreso opinó que esta elección ya quedó en manos de la futura legislatura, y será la que cumpla con esa tarea.
“Se necesita que los nuevos partidos políticos que integren el Congreso tengan la voluntad de elegir a los mejores perfiles para las cortes”, añadió.
Dos períodos
Aunque los expertos en el sector judicial son de la opinión de que el Congreso debe renovar lo más pronto posible la CSJ, las acciones de los diputados los hacen pensar que no será pronto.
Francisco Quezada, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), no ve interés en el actual Congreso de resolver el tema.
“Quizá por practicidad van a decir ‘para qué elegir cortes solo para un año’, pero creo que lo que va a privar es que van a intentar dejarlo y luego hacer un borrón y cuenta nueva”, dijo Quezada.
El analista coincidió con España en que el amparo complicó la elección; no obstante, ese retraso habría sido aprovechado a favor de los intereses de algunos congresistas.
Agregó: “Los diputados de mala fe encontraron que era muy productivo el hecho de no elegir cortes, puesto que tenían mucha afinidad con los actuales magistrados”.
Esa relación de conveniencia que mantiene la CSJ y el Congreso ha sido práctica para ambos, añadió el analista, pero en ocasiones en que esos intereses parecen ir cambiando de rumbos comienzan las amenazas de una posible renovación judicial.
La actual CSJ, por ejemplo, ha rechazado antejuicios promovidos contra diputados oficialistas, pero ha dado vía libre para otros legisladores de oposición.
“Se les iba a volver una moneda de canje, que si no accedían a sus peticiones iban a elegir cortes y los iban a sustituir”, explicó Quezada.
