“Para Guatemala es el primer acercamiento con el gobierno entrante de México y es importante porque comparte lazos históricos de cooperación, de amistad y de hermandad”, explicó.

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Oportunidad

Para Guatemala es esencial tener una “no buena, sino muy buena” relación con México, pues no solamente se trata de la frontera física más extensa del país, sino que ambas naciones comparten temas fundamentales para el desarrollo y problemas que son considerados como riesgo a la seguridad para el gobierno de Estados Unidos, analizó Stein.

“El presidente electo indicó que quiere desarrollar una relación más dinámica y especial con América Central. Ojalá sepamos, desde la perspectiva guatemalteca, entender y aprovechar lo que esto significa”, agregó el exfuncionario.

Entre otros temas de interés entre México y Guatemala, se encuentra el de aguas y una selva compartidas, así como aspectos de infraestructura, comunicaciones, telecomunicaciones, una agenda energética y aspectos de derechos humanos fundamentales, precisó Stein.

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“Si sabemos como país aprovechar creativa y constructivamente la relación con México, podemos, entre ambos, obtener un beneficio mutuo de educación y preparación”, puntualizó.

Entretanto, el viceministro Roldán afirmó:  “Guatemala reitera su firme compromiso de promover una agenda en bienestar de las dos naciones”.

El futuro canciller mexicano Marcelo Ebrard subrayó que el encuentro de López Obrador con el presidente de Guatemala es un reconocimiento a los problemas que se enfrentan en su frontera y en la región de Centroamérica como la falta de oportunidades y la inseguridad.

Ebrard informó que los ejes centrales de la reunión serán la protección “irrestricta” a los derechos humanos, especialmente de los migrantes; las políticas integrales de seguridad y el fomento a proyectos de desarrollo.

“México buscará crear un frente común que será un ejemplo de desarrollo, donde se concentrarán los esfuerzos internacionales de cooperación”, manifestó el futuro canciller

El 8 de agosto, López Obrador recibió la constancia que lo acredita como presidente electo de México,  y su mandato finalizará en octubre del 2024.

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