Aunque la cantidad de víctimas mortales por el coronavirus preocupa, la realidad es aún más inquietante. Según el Observatorio Nacional de Salud, que ha vigilado los esfuerzos gubernamentales desde el inicio de la pandemia, la cantidad de fallecidos y contagiados fácilmente podrían triplicarse.
El número insuficiente de pruebas para la detección del covid-19 tan solo agudiza un subregistro que ha estado presente durante los 15 meses que la pandemia lleva en Guatemala, según la entidad, que ha advertido sobre la necesidad de ampliar el recuento de casos con números más certeros.
El no contar con una cantidad real de la tasa de contagios y fallecidos a causa del covid–19 se traduce en estrategias ineficientes, ya que cualquier plan sanitario, por más analizado que esté, no va a dar una respuesta efectiva a la contención de la enfermedad, opinan.
Silencio ministerial
Lo poco confiables que son los datos que presenta el Ministerio de Salud son complementados por un tablero electrónico que en ocasiones no se actualiza, se pone al día tarde o presenta datos alarmantes que terminan siendo un reporte de casos correspondientes a otras fechas.
Desde marzo, la cantidad de fallecidos por covid–19 ha aumentado.
Por ejemplo, el pasado jueves, el tablero mostró que esta escalada había alcanzado un pico notorio en mayo con mil 308 fallecidos, pero horas más tarde hubo una modificación en los registros y el mismo mes reportaba tan solo 629 decesos.
La oficina de comunicación del Ministerio de Salud explicó que la actualización corrigió los datos y los últimos publicados eran los correctos.
Sin resultados
La cantidad de contagios y fallecidos que está dejando la pandemia es una cifra que no se imaginó el epidemiólogo José Ortiz, titular del Observatorio Nacional de Salud.
El experto considera que por ya estar en marcha la estrategia de vacunación, los números tendrían que ir a la baja, pero el efecto contrario, a su criterio, tan solo expone lo ineficiente de la estrategia oficial.
“Los incrementos en los casos es algo no esperado, porque desde el momento en que se introdujo la vacuna y tener un control en el aforo de los centros comerciales y cualquier área pública, deberíamos tener una disminución. La cantidad de personas contagiadas y fallecidas debe de ser más. Recordemos que por cada fallecido hay algunos que no se registran; puede que las cifras ahora hasta se tripliquen”, criticó.
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Para Zulma Calderón, defensora de la salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), es necesario que todos los guatemaltecos agudicen sus medidas de prevención, ya que no existe certeza ni claridad de cuándo Guatemala podrá tener un buen ritmo para la vacunación.
“Cerca de 50 muertos diarios, con los hospitales colapsados y desabastecidos. Esto únicamente se va a contener si tenemos acceso a la vacuna y si tenemos coberturas de vacunación efectiva para tener la inmunidad de rebaño. A través de los datos oficiales se logra evidenciar un aumento en personas fallecidas, no hay que perder de vista que manejamos un gran número de subregistro, algo que venimos diciendo desde el año pasado, porque la cantidad de datos oficiales no refleja la realidad del país”, indicó.
Según datos de la Sociedad de las Américas y Consejo de las Américas (AS/COA, en inglés), Guatemala tan solo ha vacunado con las dos dosis a un 0.82% de la población.
Vacunas no son prioridad
Hasta finales de esta semana el Ejecutivo optó por presentar una iniciativa de ley que permita el ingreso de nuevas vacunas contra el covid–19, estatutos legales que han impedido recibir la donación que anunció la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, tras su visita a Guatemala.
El anuncio de esa donación se hizo el 4 de junio, pero los retrasos gubernamentales que no previeron todos los trámites administrativos se traducen a un retraso de 18 días, que han cobrado la vida de 346 personas, según los datos de la cartera salubrista.
El investigador Óscar Chávez, de Laboratorio de Datos, señala que este retraso es inaceptable, ya que el Gobierno tuvo que pensar en todos los escenarios posibles e incluir los artículos necesarios cuando el Congreso aprobó la ley de vacunas covid, en enero pasado.
“Esta iniciativa de ley que metieron ahorita es necesaria, la pregunta es por qué hasta ahora. Es que de verdad la ley para las vacunas se aprobó en enero, esa ley debió haber llevado ese articulado que se necesitaba para poder adquirir otras marcas, desde enero la ministra ha dicho que ellos están en negociaciones con todas las empresas, si esto fuera cierto, ¿por qué no se incluyó esta enmienda de compensación, sino que se esperó hasta el último momento? Cuando
Estados Unidos dijo que iba a donar, hasta ahí nos dimos cuenta de que no podemos recibir”, destacó.
