Guatemala

Recuerdan a masacrados en mural de 129 metros

El pasado miércoles fue inaugurado el mural con fotografías, en donde se exponen los rostros de las más de tres mil víctimas de las masacres de Río Negro, Chichupac y otras aldeas de Rabinal, Baja Verapaz, en la década de 1980.

Modesta Iboy Osorio, una de las sobrevivientes de Río Negro,  acudió al cementerio de Rabinal a ver las fotografías. (Carlos Sebastián)

Modesta Iboy Osorio, una de las sobrevivientes de Río Negro, acudió al cementerio de Rabinal a ver las fotografías. (Carlos Sebastián)

Ana Sic Sic, de 44 años, de la aldea Chichupac, fue una de las primeras personas en llegar el miércoles último al Cementerio II de Rabinal. Ahí, junto con otras mujeres de la aldea, comenzó a recorrer el mural, de 129 metros de memoria fotográfica, que la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR) inauguró en ese municipio de Baja Verapaz.

A medio recorrido, las mujeres comenzaron a reconocer los rostros en las fotografías, y las señalaban. Las imágenes en el muro eran de las víctimas de la masacre perpetrada en la clínica de Chichupac, sucedida el 8 de enero de 1982.

“Fue matanza y no fiesta”

“Los soldados vinieron a la aldea y pusieron una fiesta en la clínica, dijeron que nos iban a dar juguetes, pero cuando llegaron no fue fiesta, sino matanza. Mataron a toda mi familia, mataron a unas 30 personas”. Ana Sic, quien en esa fecha tenía 10 años, recuerda que un mes más tarde, el 31 de enero, los soldados llegaron a su casa y se llevaron también a su papá.

“Estaba desayunando para ir a limpiar las granadillas y llegaron los soldados y se lo llevaron a la cumbre. Ese día fuimos con mi mamá y mi hermano a buscarlo, pero cuando encontramos el cuerpo, nos dio susto ver a los soldados y nos marchamos. Al día siguiente volvimos, pero ya no estaba, solo los hoyos”, agregó Sic.

María Luisa Cortés, de la aldea Pichec, señaló una fotografía y pedía a su hijo, que la acompañaba, que leyera el nombre que estaba escrito. “Santos Cortés Paz”, leyó el niño. “Era mi hermano, tenía 17 años, dijeron que había una reunión en la escuela, y vino, pero ya no volvió”, aseguró María Luisa, en referencia a la matanza en la escuela de Pichec, en enero de 1982, cuando los soldados mataron a 32 personas.

Más de 39 masacres

Poco a poco llegaron al muro más sobrevivientes de las masacres de Río Negro, Aguas Frías, Plan de Sánchez y Panacal, lugares que, entre los años 1980 y 1989, el Ejército, con apoyo de las Patrullas de Autodefensa Civil, asesinaron a más de tres mil personas.

“Hubo más de 39 masacres hasta 1989, y uno de los aspectos importantes es que en Rabinal no hubo fuerzas regulares de la guerrilla, solo fue un lugar de paso para el movimiento contrainsurgente, que iba del área central hacia Alta Verapaz y Quiché”, explicó José Roberto Morales, coordinador de los Derechos de los Pueblos Indígenas del Centro de Atención Legal en Derechos Humanos. “El Estado llevó a cabo la táctica de que si quitas el agua al pez, se muere solo”, agregó.

Este fue el motivo por el que, según expresó Víctor Manuel Gerónimo —sobreviviente de la masacre de Plan de Sánchez—, su hermana Rosa Manuel Jerónimo fue acusada de apoyar a la guerrilla, y fue asesinada junto a sus seis hijos. “Ella estaba torteando para alimentar a sus hijos, pero los soldados dijeron que era para la guerrilla, por eso los metieron a todos en su casa y le prendieron fuego”, dijo.

“Era catequista”

Aquel 18 de julio de 1982, una patrulla de Cobán, con apoyo del destacamento de Rabinal, llegó a Plan de Sánchez. “Mi mujer me dijo que me escondiera y que a ella no le iban a hacer nada, porque a la mujer y a los niños no les hacían nada, pero los mataron a todos”.

Este fue el motivo por el que Juan Manuel, perseguido por ser catequista, escapó de la aldea cuando entraron los soldados. “Pero se llevaron a mi mujer, que estaba enferma, a mis cuatro hijos y al bebé de seis meses. Los llevaron a casa de mi hermana a más de 200 metros y les prendieron fuego, después destruyeron las casas”, explicó Manuel, quien aquel día perdió a 28 familiares. Después de 28 años, Juan Manuel sigue ejerciendo como catequista.

Estas masacres forman parte de las más de 600 documentadas por la Comisión del Esclarecimiento Histórico, en su informe Memorias del Silencio, de 1999.

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