Familiares de las víctimas consideraron que el doble crimen fue cometido por asaltantes; sin embargo, la Policía Nacional Civil (PNC) investiga si el hecho se dio por conflictos de tierras entre parientes.
También en Santa Rosa, el agente de la PNC Víctor Estuardo Mijangos Melgar, 41, pereció baleado en una tienda, en Santa María Ixhuatán.
Mijangos gozaba de suspensión por convalecencia, y laboraba como piloto en la academia de la PNC.
Éver Gómez, inspector de esta institución, indicó que testigos relataron que la víctima fue atacada cuando bebía cerveza y jugaba naipe en el negocio mencionado.
La víctima trató de escapar, pero el criminal le disparó por la espalda, y luego lo remató en la cabeza.
En Izabal, los hermanos Urbano, Ricardo y Santos Perfecto Pérez López, de 30, 29 y 17 años, respectivamente, fueron ultimados a balazos en el interior de una finca privada de la aldea Chachagualía, Puerto Barrios.
En San Pedro Pinula, Jalapa, Julia Pérez Hernández, 56, murió, y su hermana Delfina, 51, resultó herida al haber sido atacadas a balazos en su vivienda, ubicada en el caserío El Manzanillo, aldea La Cumbre, San Pedro Pinula.
Por aparte, el cadáver de Estuardo Hernández y Hernández, 17, fue encontrado muerto, con un impacto de bala en la cabeza, en la vía que comunica a la aldea Aguamecate con el área urbana de San Pedro Pinula.
En Coatepeque, Quetzaltenango, Élmer Saúl Gallardo Mérida, 26, murió en el hospital nacional de ese municipio, adonde fue ingresado con una herida punzocortante en el lado izquierdo del tórax.
