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1998: Marcha repudia asesinato de Gerardi

Aproximadamente 20 mil personas caminaron en silencio, vestidas de negro, portando velas encendidas y claveles rojos, el 28 de abril de 1998, mientras monseñor Gerardi era velado en la Catedral.

Portada de Prensa Libre del 29 de abril de 1998 donde se informa de la masiva marcha por la muerte de Monseñor Gerardi. Foto: Hemeroteca PL

Portada de Prensa Libre del 29 de abril de 1998 donde se informa de la masiva marcha por la muerte de Monseñor Gerardi. Foto: Hemeroteca PL

La marcha tenía como destino la Parroquia de San Sebastián, con lo que de alguna manera, recordó el trayecto que hacía monseñor Gerardi para llegar a la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, en donde materializó su anhelo de encontrar la verdad del conflicto armado interno.

“Monseñor vive con su pueblo. La sangre de monseñor clama justicia y anima nuestro caminar”, se leía en algunas de las pancartas que los acongojados participantes elevaban al cielo; mientras que la cabeza de la manifestación ya había llegado al parque San Sebastián, cientos de personas todavía egresaban de Catedral Metropolitana.

Varios oradores pronunciaron dolidos discursos en la culminación de la caminata, y todos coincidieron en que el pueblo debe unirse y no permitir que el mensaje de terror que quisieron impulsar con este asesinato paralice el accionar del país.

En esta marcha participó también el sector evangélico, por medio de la Conferencia de Iglesias Evangélicas de Guatemala, que, tras efectuar un acto ecuménico en su sede, se solidarizó con los católicos y el pueblo en general.

Entre los participantes figuraron organizaciones de derechos humanos, sindicatos, de la Misión de Verificación de Naciones Unidas, Minugua. En representación del Gobierno asistieron los secretarios presidenciales Gustavo Porras y Raquel Zelaya.

Incienso y cánticos

En el interior de la Catedral, el humo de candelas, incienso, llantos y cánticos de esperanza que acompañaban el cuerpo de monseñor Gerardi hacían recordar las masacres que se dieron en el pasado, y por las que él trabajó para que ya nunca más volvieran a repetirse.

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