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¡Babosadas! ¡No van a venir a enseñarnos que es la democracia!

El 7 de septiembre de 1980 el entonces presidente de la República, general Fernando Romeo Lucas García, presidió una manifestación por la paz en la Plaza de la Constitución y se refirió a la injerencia de Estados Unidos sobre el país.

El presidente Lucas García se dirige a la multitud congregada frente al Palacio Nacional el 7/09/1980. (Foto: Hemeroteca PL)

El presidente Lucas García se dirige a la multitud congregada frente al Palacio Nacional el 7/09/1980. (Foto: Hemeroteca PL)

Días atrás se había convocado a manifestar para condenar la violencia y pedir por la paz de Guatemala. La actividad había sido organizada por el Comité de Acción Nacional para la Defensa de la Democracia y la Libertad dicho grupo era afin al gobierno de turno.

El ambiente político del país se encontraba tenso ya que meses antes se había vivido el horror de la quema de la embajada de España, la imagen del país en el exterior estaba por los suelos y las denuncias de violaciones a los derechos humanos eran constantes.

Coyuntura

Guatemala había tenido una semana tortuosa por diversos acontecimientos, en primer lugar el vicepresidente del país, Francisco Villagrán Kramer había presentado su renuncia  al cargo el 1 de septiembre de dicho año desde Estados Unidos, por diferencias con el presidente Lucas García desde el principio de su gestión.

Villagrán Kramer sugirió al gobierno de Estados Unidos que cesara la importación de café guatemalteco como un boicot a Lucas y de esa forma detener la violación a los derechos humanos, según había manifestado en varias ocasiones ante organismos internacionales, por la violencia política que imperaba en el país.

A pesar de la renuncia del vicepresidente, los planes del presidente de  mostrar al mundo de que estaba esforzándose por gobernar adecuadamente seguían en marcha. Pero ni Lucas ni los guatemaltecos esperaban lo que estaba por venir.

El 5 de septiembre de 1980 un atentado terrorista estremeció el centro de la capital, dejando varios muertos y daños al edificio del Palacio Nacional y otros inmuebles aledaños. El ataque causó pánico ya que se produjo en horas de la mañana, un horario en el que muchas personas caminaban por el centro. El gobierno condenó el ataque y lo atribuyó a grupos de la extrema izquierda cuyo propósito era el de evitar la concentración programada en el Parque Central el día domingo 7 de septiembre.

Discurso incendiario

A pesar de los acontecimientos y atentados, la manifestación se realizó con la participación de muchas personas, entre ellos funcionarios y trabajadores públicos, quienes fueron transportadas en varios camiones oficiales, de acuerdo con la información periodística, en varios puntos de carretera fueron colocadas bombas y tachuelas para evitar el paso de los manifestantes hacia la capital.

Al encontrarse un buen número de manifestantes apostados en el parque central, el presidente Lucas García se acercó al balcón del Palacio Nacional y pronunció un discurso en contra de sus detractores y en especial de la intervención de la embajada de Estados Unidos en asuntos concernientes a la soberanía del país.

“El pueblo aquí reunido y aquellos compatriotas que no pudieron asistir a esta manifestación son democráticos, el pueblo de Guatemala es democrático y soberano y no van a ser los gringos quienes vengan a enseñarnos qué es democracia”, dijo Lucas García.

Porque, prosiguió el gobernante, la democracia de Jimmy Carter, como bien lo expresa una de las pancartas aquí exhibidas, está ligada a Rusia, y eso no ofrece ni un ápice de seguridad para los pueblos latinoamericanos.

¡Babosadas!

Los guatemaltecos, añadió Lucas García, por tradición histórica somos defensores y amantes de la paz. Desde la conquista, iniciada en el occidente de nuestro país, se demostró que nuestros caciques prefirieron morir antes que doblegarse ante los conquistadores. Igualmente, en estos momentos cruciales que está afrontando el mundo y en los que también quieren arrastrar a Guatemala, los malos guatemaltecos, prefieren vender nuestro país a Rusia, a Cuba y a todo aquel que les venga a ofrecer… ¡babosadas!.

El presidente manifestó en su discurso que Guatemala sobreviviría a pesar de cualquier boicot que quisera aplicar el gobierno norteamericano, gracias a las reservas monetarias internacionales. Además expresó su rechazo a que fuera depuesto del poder como pasó en Nicaragua, con la caída del dictador Anastasio Somoza.

“Guatemala es una nación soberana, libre e independiente y tiene un gobierno que terminará su periodo; porque de aquí del palacio no me sacarán como sacaron a Anastasio Somoza”, expresó Lucas.

El gobierno de Guatemala, apuntó Lucas, desea tener relaciones cordiales con todos los países de Centroamérica, Latinoamérica y de todo el mundo, pero esas relaciones deberían ser recíprocas y de no intervención. Queremos ser amigos de Centroamérica y de México, nuestro vecino, pero con una amistad de dignidad, libertad con dignidad y sin presiones porque Guatemala es un pueblo libre, puntualizó el presidente.

Días después, el ex vicepresidente Villagrán Kramer expresó en el exilio que era necesaria una intervención militar norteamericana en el país para restablecer la paz en Guatemala ya que se agotó la vía política. Las declaraciones fueron desacreditadas por diputados y funcionarios del gobierno quienes elogiaron el discurso nacionalista de Lucas García. 

La violencia y el recrudecimiento del conflicto armado interno continuaron los siguientes años del gobierno del presidente Lucas García. Es hasta el 23 de marzo de 1982 en que un golpe de Estado derroca al presidente Lucas, presidido por un triunvirato militar encabezado por el general Efraín Ríos Montt.

Días después circulaban rumores de que el gobierno norteamericano había apadrinado el golpe de Estado en contra de Lucas y que había sido dirigido por miembros de la CIA tras instrucciones del presidente Ronald Reagan. Sin embargo este extremo fue desmentido por el propio embajador de Estados Unidos en el país, Frederic L. Chapin. El diplomático expresó “que era totalmente falso que Estados Unidos haya apadrinado el golpe de estado al depuesto gobierno del general Fernando Romeo Lucas García”. 

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