La conjugación de elementos naturales y la mano de la civilización maya convirtió a dicho lugar en un sitio de belleza incomparable, debido a que los mayas utilizaron las grutas como centro de ceremonias fúnebres.
El sitio ceremonial fue descubierto en enero de 1971 por el agricultor Salvador Ayala Aldana, originario de San Francisco, municipio de Petén y radicado en San Benito desde su infancia.
Salvador Ayala Aldana, agricultor que descubrió las grutas de San Benito. (Foto: Hemeroteca PL)
Ayala se dedicaba al corte de palmas de manaque, en el camino que conduce al campamento El Galón, en un área baja pero inaccesible de la jungla petenara, cuando se encontró de golpe con una enorme caverna, la entrada principal de la gruta. Ingresó temeroso y vio asombrado que existían motivos mayas dibujados en la piedra. Posteriormente corroboró que el sitio había sido víctima de saqueadores.