La comisión pesquisidora para retirarle a Pérez Molina el derecho de antejuicio había quedado integrada desde el 12 de junio de ese año, integrada por Baudilio Hichos, Hugo Gudiel, Mario Santiago Linares, juan Chanchavac y Hugo Morán.

Nada podía detener la caída. Casi cinco meses de protestas desembocaron ese día en las puertas del Congreso, donde hombres, mujeres y niños pedían a gritos retirarla la inmunidad al Presidente. Tampoco habían faltado las velas que por cientos eran encendidas cada sábado de protesta en la Plaza de la Constitución y que no fueron excepción en las puertas del Legislativo.

Al día siguiente, Pérez Molina se presentó ante los medios, por última vez como presidente. En esa oportunidad nuevamente fue confrontativo y lanzó ataques a diversos sectores, desde la Fiscal General, Thelma Aldana, hasta el sector privado. 

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Ese mismo día arremetió contra empresarios, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio público.Ya era un intento desesperado por mantenerse en el poder, luego de casi veinte semanas de protestas públicas en la Plaza de la Constitución. 

Arremente

En los 55 minutos que duró su conferencia de prensa lanzó ataques y despotricó incluso contra quienes dirigieron la investigación en su contra, incluida Aldana. En esa ocasión se victimizó e intentó desligarse de La Línea y despotricó contra la Fiscal General. Ella lo refutó: “El ataque no es la mejor defensa. En un proceso judicial estos ataques no van a tener ninguna valoración. Es importante que cualquier persona que sea sujeta a un proceso penal se defienda en el mismo proceso penal”.

Estaba por concretarse lo que muchos llamarían “La otra primavera democrática de Guatemala” -en alusión a lo que había ocurrido en Egipto y otros países del viejo continente.

Irónicamente, el país estaba a las puertas de celebrar elecciones generales, el 7 de septiembre, así que los discursos de promesas anticorrupción, limpieza electoral y transparencia eran el plato fuerte de la semana.

Caso sonado

El 1 de septiembre, con 132 votos favorables, Pérez Molina pierde la inmunidad, en uno de los casos presidenciales más sonados de la historia. Ese mismo día, el juez Miguel Ángel Gálvez le dicta arraigo.

El miércoles 2 de septiembre los medios impresos del país publicaban en primera plana el retiro de la inmunidad a Pérez Molina. La euforia de miles de guatemaltecos se resumió en la fotografía histórica de un hombre que se quita el sombrero y eleva al vista al cielo. La era Pérez-Baldetti había llegado a su triste final.

A lo largo del 2 y la madrugada del 3 de septiembre ya no era rumor la captura del mandatario, lo cual confirmó Aldana el 2 de septiembre por la noche. 

En solitario

Apenas había pasado la primera hora del 3 de septiembre cuando en la Plaza de la Constitución el productor y cinesasta Mendel Samayoa ya agitaba en solitario una bandera de Guatemala: Pérez Molina había renunciado y se había puesto a disposición de los Tribunales.

“No tenía con quién gritar ni a quién abrazar por la felicidad; entonces, salí a la calle… No encontré otra forma”, dijo entonces Samayoa.

Ese día, al despuntar el alba, el Parque Central -como ha sido conocido por generaciones- se llenó nuevamente de algarabía y júbilo al grito de “Sí se pudo, sí se pudo”.

Ese mismo día ya había un nuevo presidente: Alejandro Maldonado Aguirre, juramentado por el Congreso y quien ocupó junto a un acongojado Pérez Molina el titular y portada del viernes 4 de septiembre de 2015.

…Ya era tarde

Así fueron las últimas horas del mandatario patriotista. Lo demás quedó para la historia, porque otros actores ya ocupaban el pensamiento y las noticias del ámbito político: eran los presidenciables.

Mascota abandonada

Pérez Molina no volvió más a Casa Presidencial ni a su residencia, en la zona 15. En su afán de búsqueda, la Prensa lo buscó “como aguja en pajar” pero solo halló en su casa de la zona 15 un perro solitario.
 
El 3 de septiembre, la fotografía de la mascota de Pérez Molina, supuestamente abandonada en la zona 15, conmovió las redes sociales y fue centro de atención en la edición impresa al día siguiente.

Prensa Libre publicó el 4 de septiembre: “Un perrito fue lo único que encontraron periodistas al visitar ayer en la mañana la residencia de expresidente Otto Pérez Molina, en la zona 15 de la capital. La imagen de la mascota, sola, en el patio de la casa desató llamados en redes sociales a garantizar su cuidado, ofrecimientos de adopción e incluso memes”.