Años después, el 25 de febrero de 1957 los pobladores de las faldas del coloso entre estas, El Palmar se alarmaron debido a los constantes retumbos acompañados de una lluvia de ceniza. El gobernador informó a Prensa Libre en esa ocasión que en horas de la tarde había caido una fuerte lluvia de granizo, la que asentó la ceniza.
Finalmente el gobernador dijo que se habían tomado todas las medidas de precaución para proteger a la poblaciones vecinas al volcán contra cualquier riesgo que pudiera ocurrir.
Más desastres
Violentos ventarrones se produjeron el 28 de diciembre de 1971 en el municipio de El Palmar, Quetzaltenango que causaron la muerte de Ignacio Tecún, quien era acompañado por un menor. La tragedia se produjo cuando ambos trataban de pasar un puente y al perder el equilibrio cayeron al abismo. Ese día fueron afectados varios puentes de hamacas los cuales quedaron dañados dejando incomunicado El Palmar y fincas que cercanas a San Felipe Retalhuleu.
El 26 de julio de 1978 se produce un éxodo de familias debido a que nuevamente el volcán Santiaguito habia entrado en una fase de fuertes erupciones. Los pobladores temían que sus viviendas fueran desaparecidas por las correntadas de lava que estaban arrasando con plantaciones y estaban siendo aisladas por las correntadas de lava y agua que arrastraron los puentes colgantes y de concreto que comunicaban a las aldeas de las faldas del volcán.
Varias familias que vivían a las orillas de los ríos Nimá I y Nimá II fueron damnificadas por el fenomeno el cual dio paso para que las autoridades pidieran ayuda la cual llego por medio de helicópteros de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG).
Inauguran Nuevo Palmar
El Presidente Marco Vinicio Cerezo Arévalo inaugura 21 de julio de 1989 el Nuevo Palmar. Este nuevo asentamiento llevó dos años para su construcción, y entre las novedades estaban el mercado, el rastro municipal, edificio escolar y un parque.
El mandatario dijo en aquella ocasión que era una obra urgente y pioritaria para aliviar la dificil situación de los pobladores de El Palmar que habían abandonado en el año de 1983 sus hogares debido al constante peligro por los fenomenos naturales que año con año los ponian en riesgo.
No al nuevo Palmar
Habitantes del Nuevo Palmar dijeron el 29 de junio de 1988 que no querian vivir en el lugar pues carecían de servicios básicos, un ejemplo de ellos era que no había agua potable, y continuaban arriesgando su vida y de sus familias porque las autoridades no habían cumplido con sus ofrecimientos, como proveerles láminas, madera para construir sus viviendas.
“Es falso que ya estamos viviendo en el Nuevo Palmar, como dice pomposa publicidad” dijo Lázaro Ixcoy, ex vicealcalde quien tambien perdió todo y no fue tomado en cuanta en la repartición de los terrenos.
Evacuado Viejo Palmar
El 1 de agosto de 1998, treinta y cinco familias que residían en El Viejo Palmar, Quetzaltenango tuvieron que abandonar el lugar luego que se desbordaran los ríos Nimá 1 y 2. Las intensas lluvias y las correntadas de sedimento volcánico, acumulado de las erupciones del volcán Santiaguito, causaron el desbordamiento, que destruyó casi la totalidad de viviendas que aún permenecian en ese lugar.
“El pueblo de El Palmar fue declarado en estado de calamidad pública en 1987 por el Comité Nacional de Emergencia, pero la necesidad de trabajar en las parcelas nos obligó a quedarnos”, expreso Jesús Solís uno de los afectados. Ese día quedaron lesionados, niños, adolesentes y adultos quienes fueron llevados a un centro asietencial de Retalhuleu.
El vocero de la CONRED, Josúe Pérez dijo que se mantenia la alerta roja como medida preventiva para socorrer a los habitantes del Viejo Palmar ya que la amenza de de un nuevo desastre persistía en dicho lugar .
El Palmar era un municipio quetzalteco, situado en los puntos geográficos en donde se entrecruzan los ríos Nimá I y II los cuales reciben sedimientos del volcán Santiaguito.
El 26 de agosto de 1986, luego de una correntada intensa, fue necesario evacuar a los habitantes. Desde ese entonces el Viejo Palmar es un lugar deshabitado.