Su última desazón la provocó un chompipe que le regaló un simpatizante en Aguacatán, cuando daba su discurso sobre una improvisada tarima.
Emocionado por el regalo, Paiz dio un paso al frente para entregarle el ave a su asistente Angélica Orozco.
De lo que no se dio cuenta fue que el piso de la tarima se había terminado y que el paso lo había dado sobre un plástico blanco que cubría un agujero enorme. De repente, un paso en falso y… ¡plaff! que cae al suelo con todo y chompipe.
Cuando era ministro de Finanzas Públicas, durante el gobierno de Vinicio Cerezo Arévalo, de la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) también dio otro testimonio del poder de la fuerza de gravedad, cuando cayó de bruces durante un discurso.
Postulado por la UD
Las bases del Partido Unión Democrática lo eligieron en 2003 para que fuera su candidato presidencial, acompañado por Eduardo Stein, en las elecciones generales.
Paiz Andrade, en sus mítines decía entonces: “¡Ha renacido la confianza! Sentimos que soplan vientos frescos, los cuales serán mejores. Éstos serán mejores, ya que contamos con el corazón y razón de los chapines!”.
Luego de los incidentes como candidato y funcionario, Paiz Andrade se cuidó de que ya no lo confundieran con “El Señor de la Caída”, porque él solo era un simple mortal.
Cosas de la política…