Sin embargo, al ir creciendo la urbe aparecieron otras ma?s, no muchas, porque lo que aqui? menos sobra es espacio. El primer proyecto conocido para la edificacio?n de estos espacios fue el de Luis Di?ez Navarro, que sirvio? de base para el disen?o de Marcos Iba?n?ez —los dos espan?oles—, quien lo dejo? en su propuesta urbana y continu?o con los trabajos que se ejecutaron.
Entre ellas estaba la Plaza Mayor, donde convergi?an los edificios ma?s importantes de la capital, como el palacio de gobierno, el municipal y el de comercio. Cuando se da el cruce imaginario de la ciudad para dividir los puntos cardinales, se situ?an en cruz las otras cuatro plazas.
En el eje norte-sur hay dos. En el primero se ubico? la de San Sebastia?n, y en el sur, la de San Francisco. Las dos tomaron el nombre de las iglesias cercanas. A la segunda se le conocio? popularmente como La Concordia hasta 1966, cuando el alcalde Ramiro Ponce Monroy la cambio? por Plaza Enrique Go?mez Carrillo, nombre con que se le conoce hasta hoy. Fue remodelada en el 2003.
En el eje poniente-oriente fueron edificadas las otras dos. En el oriente, la Plaza Vieja. Tiempo despue?s fue construida la que fuera la sala principal de especta?culos de la ciudad, el Teatro Nacional —posteriormente llamado Carrera, despue?s, Colo?n, como homenaje al cuarto centenario del descubrimiento de Ame?rica—.
La construccio?n fue ordenada por la administracio?n de Mariano Ga?lvez, pero los trabajos fueron suspendidos en 1838 y luego continuaron hasta 1859. Los terremotos de 1917 y 1918 dan?aron el parque, y fue demolido por orden de Jose? Mari?a Orellana, en 1924.
En el poniente existio? la Plaza de Nuestra Sen?ora de Guadalupe, hasta finales del siglo XIX. En su lugar se construyo? una institucio?n bene?fica —era una especie de hospicio para nin?os—. En la actualidad, alli? se encuentran las Casas del Nin?o.
Los pueblos y sus plazas
Por la antigua plaza de Jocotenango, en la zona 2, surgio? una pole?mica, cuando en 1892 el gobierno liberal de Jose? Mari?a Reina Barrios quiso colocar una estatua ecuestre de Francisco Moraza?n, por la celebracio?n del centenario del nacimiento de este, cita en una de sus columnas —en febrero del 2010— el economista Jose? Molina Caldero?n. Para terminar con la controversia, tan solo se le llamo? Parque Moraza?n. En 1908, otra vez se le cambio? el nombre por el de Estrada Cabrera, pero se le segui?a conociendo como Moraza?n, hasta el 2000, cuando le fue restituido el nombre original de Jocotenango.
En la zona 5 se establecio? el pueblo de San Pedro las Huertas, y su parque, conocido como San Pedrito. Este es el u?nico sitio en el que se conserva hasta hoy la ceiba, caracteri?stica de las plazas de la nueva ciudad. Todas las otras fueron taladas.
El pueblo de Ciudad Vieja fue construido en lo que ahora es la zona 10. Su parque se encontraba frente a la Embajada de Me?xico, pero fue convertido en estacionamiento, relata A?lvarez. Otra a?rea que desaparecio? fue la plaza San Juan de Dios, que estaba en la entrada del hospital del mismo nombre —en la 10a. calle y 1a. avenida, zona 1—. Fue demolida para construir un parqueo.
El parque Isabel la Cato?lica es ma?s reciente que los anteriores; data de 1914. Este se encontraba en las afueras de la ciudad, en el li?mite del potrero de Corona y Jocotenango. En este destaca el monumento a la reina Isabel de Espan?a, el cual fue esculpido por dos artistas: el espan?ol Justo de Gandarias y el italiano Antonio Donideli. Au?n conserva sus verjas.
El parque Centenario no estaba en el trazo original, porque este sitio fue ocupado por el Palacio Real, destruido por los terremotos de 1917 y 1918. Con la cai?da de Estrada Cabrera no se construyo? el nuevo Palacio Nacional, y debido a la urgencia de contar con una sede para las fiestas protocolarias de la conmemoracio?n del centenario de la Independencia, el re?gimen hizo un edificio con materiales ligeros, entre junio y septiembre de 1921. Oficialmente se le conocio? como Palacio del Centenario, pero el pueblo lo bautizo? como Palacio de Carto?n. Un incendio acabo? en forma ra?pida con este, el 7 de abril de 1925. Ahora se observa en el lugar la conocida Concha Acu?stica.
La Plaza Barrios originalmente fue la Plaza de Toros, frente a la estacio?n del ferrocarril. Aqui? se llevaban a cabo corridas de toros, pues existi?a gran aficio?n de los espan?oles y algunos guatemaltecos. Ma?s tarde se le conocio? como Plaza de la Es- tacio?n, hasta que en 1935 fue colocado el busto de Justo Rufino Barrios y recibio? ese nombre.
El parque de Minerva es de principios del siglo XX, conocido popularmente como el Hipo?dromo del Norte. En este habi?a frondosos bosques de cipre?s y pino. Junto a los jardines habi?a fuentes, estanques y quioscos que formaron un contorno agradable, que servi?a para que los capitalinos pasearan. El sector fue bautizado como Parque Minerva, ya que en 1901 se inauguro? el Templo de Minerva, si?mbolo de la sabiduri?a. El re?gimen de Estrada Cabrera trato? de darle una fortaleza mitolo?gica a su gobierno.
El Cerro del Carmen es un recinto religioso, pero antiguamente era un a?rea de paseo para la alta sociedad que haci?a di?as de campo, y la gente popular solo llegaba para entrar a la iglesia. En e?poca de Ubico fue convertido en plaza.
El Parque de la Industria fue inaugurado en 1961, obra del gobierno de Ydi?goras Fuentes. Alli? habi?a lagunas y bosques; se hizo como un recinto de feria y recreo, pues teni?a juegos meca?nicos.
El Parque Zoolo?gico La Aurora data de 1926. Era parte de un gran proyecto frustrado de 1894, que se iba a llamar parque La Reforma, y que incluiri?a toda la finca La Aurora, donde esta?n los museos, las oficinas de Caminos y el Aeropuerto. Algo asi? como el de Chapultepec, pero muerto Reina Barrios ya no se llevo? a cabo.
Estas son algunas de las plazas o parques de la ciudad, los cuales por algu?n tiempo estuvieron descuidados, pese a que le dan vida a la urbe.