Profesor de Historia de la Música y deportista, logró a sus 28 años de edad cruzar los 35 kilómetros a nado que separan las dos naciones, después de luchar con gran coraje en contra de la marea.

En la portada de Prensa Libre del 21 de septiembre se lee: “Su valiente comportamiento hizo exclamar a Peter Frayn, observador oficial inglés, “En mi vida había visto tanta valentía”. El esforzado deportista, previamente había dedicado su hazaña a Guatemala en el 144 aniversario de la independencia y en especial al pueblo quetzalteco”.

Hazaña

Era el segundo intento de Danilo López ya que días antes había intentado cruzar el canal en compañía del nadador Augusto Ixquiac.

López se arrojó al mar en el lado francés del canal y tardó 19 horas y 45 minutos en cruzarlo. Tocó tierra inglesa en una desierta playa próxima a Dover.

Las fuertes corrientes marinas producidas por la marea comenzaban a sentirse cuando Danilo López se acercaba a tierra británica y por este motivo tardó más de tres horas en recorrer la última media milla. López únicamente ingirió pan con mantequilla durante el trayecto.

Peter Frayn, el observador oficial suministrado por la Asociación de Natación del Canal de la Mancha, dijo refiriéndose a López: “En mi vida, no había visto tanta valentía y decisión ante la posibilidad de un fracaso casi seguro.

El quetzalteco se convirtió en el primer centroamericano en lograr tremenda hazaña.

Apoyo de Ixquiac

Augusto Ixquiac luego de no poder cruzar el canal, regresó a Guatemala con el objetivo de recaudar fondos para que Danilo López y Edgar Rolando Castillo Rivera, jefe de la delegación quetzalteca, pudieran pagar en Inglaterra las deudas que habían contraído, en su empeño de intentar por segunda vez el cruce del canal. Esto debido a que como lo mencionó Ixquiac en una entrevista a Prensa Libre en 1965: “Tenían todas las ganas, pero no el dinero”.

Afortunadamente, la voluntad de Ixquiac se vio compensada por los fundadores de la firma J.L. Morales, quienes decidieron aportar Q500, que en ese entonces equivalían a US$500 para que los guatemaltecos pudieran sufragar todos los gastos.