Los grupos protestaban por la desmedida corrupción gubernamental y en este caso su demanda era el pago puntual de los salarios a los docentes a quienes se les debían varios meses.
De acuerdo con el movimiento estudiantil el argumento por el cual el ministro de Educación Sarbelio Herrera no podía ejercer en la cartera eudcativa por haber tenido antecedentes, concretamente en mayo de 1939 tras haber sido condenado a dos años de prisión correccional, lo cual de acuerdo con la legislación vigente le impedía desempeñar el cargo público. Tras días de negociaciones y en vista de no haber llegado a un acuerdo, el ministro de educación decidió presentar su dimisión al presidente Ydígoras Fuentes.
“Para no ser responsable de un innecesario derramamiento de sangre joven e inocente, he decidido renunciar irrevocablemente del cargo de ministro de educación que me fuera confiado por el presidente de la república”, indicó el ex ministro Herrera ante la cadena nacional de televisión.
He venido acá, indicó, para expresar a los guatemaltecos las razones que me impulsan en estos momentos a retirarme de la gestión educativa cuya cartera estuvo en mis manos por varios meses de este año. Opté por renunciar ante los momentos difíciles que atraviesa nuestra patria, por un incidente sin importancia, el que ha sido aprovechado por elementos extremistas opositores al actual régimen constitucional. Estimo, agregó, que vale más para mí la tranquilidad del país que el cargo de ministro de educación pública que desempeño y he desempeñado con ética y con patriotismo.
“Me movió a aceptar el cargo que desempeño, mi patriotismo y el deseo de servir a mi patria, y eso mismo es lo que me motivó a presentar mi renuncia irrevocble, pues no aceptaría jamás que mi permanencia en el cargo pudiera ocasionar el derramamiento de una sola gota de sangre guatemalteca” indicó Herrera.
Postura estudiantil
Los dirigentes del movimiento FUEGO indicaron que al fracasar su gestión ante el ministro de educación se presentaron al despacho presidencial, no habiéndolos recibido el gobernante sino que el jefe del Estado Mayor Presidncial, coronel Gildardo Monzón Peulvé, quien les expresó que el movimiento de huelga tiene sus colas y que las investigaciones seguidas demuestran que desde hace tres meses sabían de este conflicto. A lo cual cuestionaron el porqué no evitaron que sucediera.
El funcionario acusó al movimiento estudiantil de estar recibiendo dinero de Cuba, lo cual fue negado categóricamente: “no somos ni castristas ni comunistas y resulta doloroso que sin tener pruebas se hagan esas imputaciones a la juventud que actúa en forma pacífica en amor a sus ideales”.
Los estudiantes denunciaron intimidaciones mediante disparos hacia varios centros educativos como el Central para Varones donde fueron encontrados cascabillos de proyectil de arma de fuego hechos que fueron comprobados por periodistas que cubrieron la noticia.