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Santa Catarina Ixtahuacán se hunde

El 25 de enero de 1971 fue publicada  en Prensa Libre la noticia del hundimiento de Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, debido a grandes grietas que socavaban el terreno. Finalmente, el traslado se concretó en medio de conflictos agrarios.

Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, ya se hundía en 1971. (Foto: Hemeroteca PL)

Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, ya se hundía en 1971. (Foto: Hemeroteca PL)

Santa Catarina Ixtahuacán, en el departamento de Sololá, tiende a desaparecer dentro de algunos años debido a los hundimientos del terreno que ponen en peligro la vida de cerca de mil vecinos, indicaba la nota.

La población, situada a 170 kilómetros de la capital y a 36 de la ciudad de Sololá, se encuentra a 2,500 metros sobre el nivel del mar, con una superficie de 218 kilómetros cuadrados y una densidad de población aproximada de 150 habitantes por kilómetro cuadrado distribuidos en sus aldeas, cantones y caseríos, se detalló en aquella ocasión.

Las fallas geológicas producidas en forma paulatina desde hace muchos años habían  causado estragos en la mayoría de las 315 viviendas, pero se habían hecho más evidentes en la iglesia cuya nave central estaba partida y en la sacristía, numerosas grietas habían roto la piedra, dejando intactos únicamente la cúpula y el altar mayor donde se venera a la patrona del pueblo, Santa Catarina.

Origen

La causa de los constantes hundimientos del altiplano donde está ubicado el pueblo y que mantenían preocupados a los habitantes y a las autoridades de Santa Catarina Ixtaltuacán aún no se ha establecido plenamente por la ingeniería.
Sin embargo entre los pobladores circulan 2 hipótesis: unos opinan que el pueblo está asentado sobre un terreno pantanoso por donde corren las aguas de los ríos Sacbajá al oriente y del Sojomá, al poniente, y otros creen que está situada sobre el cráter de un volcán en formación, pues se perciben constantes temblores.

La mayoría se inclinaba por Ia primera opinión, aduciendo que los hundimientos del terreno que provocan las grietas en las casas y edificios públicos, recrudecen en el invierno y especialmente cuando llegan los temporales, que inundan los pequeños pantanos o lagunetas situados uno contiguo al edificio municipal y puntos circunvecinos.

Traslado

En aquel entonces, al ser entrevistados funcionarios y pobladores de Santa Catarina Ixtahuacán sobre el problema expresaron la esperanza de que el gobierno encontraría alguna solución adecuada, para terminar con el temor que se cernía sobre los habitantes.

El primero en expresar entonces sus impresiones fue el secretario municipal, Daniel Alvarado Barrios, quien tenía 20 años de ejercer el cargo. Manifestó  que la mayoría de los pobladores no quería trasladarse a otro lugar porque “ahí nacieron y allí morirán”. Uno de sus mayores temores era, entonces, que además de perder sus tierras también perderían todos el ganado.

Traslado se concreta

Debido a la inestabilidad del terreno en el cual estaba ubicada la cabecera municipal, fue necesario plantearles a los vecinos la necesidad del traslado.

El 6 de julio de 1999 las municipalidades de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán acordaron que La municipalidad de Nahualá concedería a Santa Catarina Ixtahuacán 4.5 caballerías, iniciando con el otorgamiento de 1.3 caballerías para  asentar la cabecera municipal.  A partir de esta fecha se iniciaron los trabajos de diseño y trazo urbanístico.

Este finalmente se concretó en el año 2000, cuando la población fue asentada en la Cumbre de Alaska, en el km 170 de la ruta Interamericana.

Para garantizar su permanencia, los catarinos tuvieron que negociar con los pobladores de Nahualá, quienes al principio manifestaron oposición a que se establecieran.

Luego de negociaciones y enfrentamientos, Alfonso Portillo inauguró la Nueva Santa Catarina en el 2000 y el traslado definitivo se concretó hasta el 2002.

A pesar de los ofrecimientos de mejora, muchos pobladores se arriesgaron y permanecen en el poblado antiguo, declarado zona de alto riesgo por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.

El paso de la tormenta Mitch y luego en el 2005  Stan ha dejado cicatrices profundas no solamente en las viviendas y vías de acceso, sino también en la producción agropecuaria y artesanal.

Todavía quedan muchos retos como proveer a los nuevos asentamientos de infraestructura y servicios básicos necesarios.

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