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Manuel José Arce, el escribiente

Se cumplen treinta y dos años del deceso del escritor guatemalteco Manuel José Arce Leal, ocurrido en Francia, el 22 de septiembre de 1985.

Manuel José Arce murió en el exilio en 1985. (Foto: Hemeroteca PL)

Manuel José Arce murió en el exilio en 1985. (Foto: Hemeroteca PL)

Muchos creían que Manuel José Arce era excéntrico, pues vivía construyendo y reconstruyendo su casa solariega de la zona 1.

“Aquí unos balcones del siglo XVIII, allá unas losas que pertenecieron al hogar de sus ascendientes, de verdad, próceres de la independencia de Centroamérica, los Arce, los Rubio”, escribió el poeta salvadoreño Ítalo López Vallecillos (1932-1986).

Sus palabras figuran en la compilación —editorial Piedra Santa, 1988— de los textos que Arce escribió entre 1963 y 1979 en el diario El Gráfico, bajo el título Diario de un escribiente.

Manuel José Arce fue dramaturgo y escritor. Comenzó su producción artística en 1959, y junto a sus compatriotas Hugo Carrillo y Manuel Galich figura entre los referentes de las artes escénicas del país.

Nació el 13 de mayo de 1935 y murió el 22 de septiembre de 1985, en la ciudad francesa de Albi —al sur de París—, como consecuencia de un cáncer pulmonar. Tenía 50 años y había llegado exiliado a Francia.

En cuanto a su formación, López Vallecillos anotó: “Autodidacta, Manuel José, leyó de todo: historia, antropología, política, economía, psicología, arte —como su padre, fue también un estupendo caricaturista—, arquitectura y filosofía”.

En la misma compilación de Diario de un escribiente, impresa hace 24 años, Delia Quiñónez se refiere al poeta así: “Arce, el que buceó en los recodos de la palabra: poesía, teatro, ensayo y novela… Fue pleno y encontró que su palabra se desdoblaba en muchas voces. Que se multiplicaba y rompía barreras. Que avanzaba, comprendida, en el espíritu de sus conciudadanos, para quedarse definitivamente entre ellos”.

En Yo, una de sus columnas, al hablar de sí mismo Arce indicó: “No. Yo no soy proletario. Ni burgués. Lo Lamento. Y por suerte, soy escritor… aunque no vivo de las palabras que amontono en versos. Creo que en mi país nadie lo hace”. 

Teatro

En cuanto al arte escénico de Arce el poeta Francisco Morales Santos en Delito, condena y ejecución de una gallina y otras obras de teatro grotesco, que en el 2004 publicó la Editorial Cultura dice: “Revitalizó la dramaturgia guatemalteca de modo contundente, en días en que la nación se adentraba en un mar de violencia.

Sus obras de teatro, tiernas y duras a la vez, son un espejo de nuestra realidad”. El libro se editó para rescatar las obras del dramaturgo, que según se anotó en la edición, son alrededor de 17 piezas. “Ha pasado tanto tiempo y el silencio ha sido una de las mayores injusticias en torno a escritores que como él alzaron su voz para denunciar la ignominia.

Por estas y otras causas, ya no se volvieron a publicar”, se indica de los motivos que los llevaron en 1979 al exilio.

En Francia

Vivió y conoció los ambientes de París, desde los académicos, artísticos, literarios, teatrales y universitarios, hasta los de los oficios más duros, como el de descargue de pescado en el mercado de las Halles o el de obrero de la construcción.

Estos trabajos los tuvo que desempeñar “para sobrevivir, durante sus años iniciales de estudiante nocturno en París, antes de convertirse en el famoso director del teatro que lleva su nombre en Albi, Francia”, escribió la poeta Luz Méndez de la Vega (1919-2012) al prologar Crónicas del café de los fantasmas, que reúne textos de Arce a su paso por Francia. La obra fue publicada por la Editorial de la Universidad de San Carlos, en el 2003.

Su obra

  • Poesi?a. Eternauta (1960), Cuatro poemas ur- gentes (1962), Del a?rbol y su herida (1963), XXVII epigramas ero?ticos (1964), Palabras alusivas al acto (1978), La hora de la siembra (1982).
  • Dramaturgia. El apo?stol (1959), Orestes (1960), El gato se murio? de histeria (1964), Dia?logo del gordo, el flaco y una rockola (1965), Aurora (1967), Sebastia?n sale de compras (1969), Delito, condena y ejecucio?n de una gallina y otras piezas de teatro grotesco (1972), La u?ltima pro- feci?a (1972), Vamos a sembrar banderas (1974).
  • Posmortem. Diario de un escribiente (1986, 1988, 2006), Cro?nicas del cafe? de los fantasmas (2003), Anclado en esta tierra (2007).

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