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Una historia trágica en la Copa América

En mayo de 1918 debía jugarse en Río de Janeiro el segundo torneo por la Copa América, cuando la Primera Guerra Mundial no había terminado, sin embargo otros males marcaron dicho torneo. 

Imagen de la Copa América en sus primeros años. (Foto: eldesmarque.com)

Imagen de la Copa América en sus primeros años. (Foto: eldesmarque.com)

Las calamidades derivadas de la matanza inútil de la guerra, extendió su alcance en forma de enfermedades desconocidas atribuidas a la miseria y a la muerte en los campos de Europa.

Una de aquellas plagas, que apareció primero en España y rápidamente se extendio? por Ame?rica del Sur, fue conocida como “la gripe espan?ola”.

Provoco? pa?nico y causo? muchas muertes y en Brasil asumio? proporciones de cata?strofe. El azote de aquella epidemia obligo? a suspender muchas actividades, entre ellas el campeonato suramericano de futbol.

En 1919 el torneo se jugo? finalmente en la bella ciudad carioca, en la cancha del club Fluminense, pared de por medio con el Palacio Catete, la casa presidencial. Se disputo? en mayo y participaron la representacio?n local, Argentina, Chile y Uruguay.

Brasil supero? por 6-0 a Chile y dos di?as despue?s Uruguay derroto? a Argentina por 3-2 con goles de He?ctor y Carlos Scarone y Gradi?n e Izaguirre para el conjunto argentino. El 17 de mayo Uruguay vencio? a Chile por 2-0.

En este partido el guardameta de Uruguay, Roberto Chery, apodado “El Poeta”, jugador del club Pen?arol, sufrio? una lesio?n de hernia. Hospitalizado y operado en forma que fue considerada deficiente, la salud del futbolista se deterioro? y en medio de la consternacio?n general fallecio? seis di?as despue?s. El futbol siguio?, pese al dolor que aquella circunstancia habi?a provocado.

El di?a 18 Brasil jugo? un gran partido ante Argentina y gano? 3-1 y cuatro di?as despue?s el conjunto albiceleste se recupero? al vencer a Chile por 4-1 con tres goles de Clark y uno de Izaguirre. Para los chilenos marco? France, o Francia.

El 25 de mayo se jugo? el partido final entre brasilen?os y uruguayos, en el que el planteo del juego dio a los jugadores celestes una notable superioridad te?cnica que le permitio? ponerse en ventaja por dos goles a cero. Pareci?a que todo estaba definido, pero una gran reaccio?n de Brasil le alcanzo? para igualar y por primera vez en la historia de los suramericanos se tuvo que disputar un partido de desempate por el primer puesto.

El encuentro se jugo? el di?a 29 y fue tan parejo, ren?ido y sin tregua que tuvo alrededor de tres horas de duracio?n. No podi?an doblegarse hasta que aquel gran jugador brasilen?o que fue Arthur Friedenreich, “El Tigre”, le dio el triunfo y el ti?tulo de campeo?n a Brasil con un gol de su sello y su marca.

Hubo una nota emocionante, digna de ser destacada. Como la delegacio?n argentina viajo? de regreso a su pai?s antes que se jugase el partido final, la hermandad rioplatense decidio? que fueran los jugadores argentinos los que se hicieran cargo del traslado y entrega de los restos de Roberto Chery.

El barco llego? a Montevideo con el fe?retro del infortunado futbolista envuelto en una bandera uruguaya y llevado en andas por Isola, Matnzzi, Reyes y Juan Perinetti, entre otros. Entregaron los restos de “El Poeta” a las autoridades del futbol de Uruguay en una ceremonia de corazones apretados, parca en palabras, larga en la?grimas.

Los brasilen?os celebraron la conquista de la Copa Ame?rica de manera estruendosa. Una importante casa comercial de Ri?o de Janeiro, tras requerir los importantes servicios de un escultor, hizo elaborar un calco de la pierna y el pie derecho de Arthur Friendereich -el pie y la pierna del gol de la victoria-, que fue vestido con la media y el boti?n aute?ntico del goleador y exhibido durante meses en plena Avenida Ri?o Branco, en medio de una decoracio?n en forma de altar y un cartel que indicaba “A perna do campeao”.

An?os 1920, tiempos de vida pla?cida.

Por decisio?n de la Confederacio?n Suramericana de Futbol le correspondio? a Chile organizar el tercer torneo continental oficial por la Copa Ame?rica, y se fijo? como sede la ciudad de Valparai?so y como escenario el estadio del Sporting Club. Se jugo? en septiembre con la participacio?n de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay.

Los equipos de futbol de estos cuatro pai?ses del extremo sur del continente fueron los pioneros de la competicio?n, los que atizaron el fuego incontenible de un acontecimiento deportivo trascendente y u?nico en el mundo por muchos an?os. Los cuatro jugaron por primera vez el torneo-ensayo de 1916 en Buenos Aires, volvieron a encontrarse en 1917 en Montevideo y tambie?n en 1919 en Ri?o de Janeiro.

Inauguraron el campeonato Chile y Brasil el 11 de septiembre con un resultado desairado para los duen?os de casa, que perdieron por 1-0 con un tanto en contra del zaguero chileno Unzaga. Al otro di?a se midieron Uruguay y Argentina.

Este u?ltimo equipo llego? disminuido a Chile por ausencia de sus grandes figuras. Se agravaba el cisma en el futbol argentino y so?lo quedaron fieles a la Asociacio?n del Futbol (AFA), que Manteni?a su afiliacio?n a la Federacio?n Internacional (FIFA), los clubes Boca Juniors y Huraca?n, entre los llamados “grandes”, y las asociaciones provincianas.

Ante un pu?blico ansioso por ver a los jugadores de las orillas del Plata, cuyas hazan?as habi?an hallado en Chile un eco resonante, el 12 de septiembre de aquel 1920, a las o?rdenes del a?rbitro local Francisco Gime?nez, se enfrentaron Argentina y Uruguay en un partido brillante, parejo en el juego y en los goles. Etcheverri?a marco? para Argentina y Piendibene para Uruguay.

Despue?s, en una extraordinaria exhibicio?n futboli?stica, Chile empato? 1-1 con Argentina y Uruguay logro? un histo?rico 6-0 sobre Brasil, la u?nica vez que esta seleccio?n absorbio? una derrota por tantos goles. en un suramericano. Ma?s tarde los uruguayos vencieron a Chile por 2-1 y lograron el ti?tulo de campeones.

Resulta inolvidable la actuacio?n de los uruguayos Legnazzi, Foglino, Urdinara?n, Ruotta, Zibechi, Rayera, Somma, Pe?rez, Piendibene, Romano y Campo; de los argentinos Tesorieri, Calomino, Libonatti (el primer jugador de esta nacionalidad que jugo? en Europa, ma?s precisamente en Italia), Etcheverri?a y Bruzzone; de los locales Bolados, France, Toro y Varas y de los brasilen?os Castelhao, Constantino, Guimaraes y Junqueira.

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