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La <em>Guadalupana</em> cumple 125 años de salir a las calles

La imagen de la Virgen de Guadalupe que procesiona por las calles de la capital como es tradicional cada 12 de diciembre cumple este año 125 años de haber sido tallada.

La procesión de la Virgen de Guadalupe es acompañada por miles de devotos cada 12 de diciembre. Foto del año 2014. (Foto: Hemeroteca PL)

La procesión de la Virgen de Guadalupe es acompañada por miles de devotos cada 12 de diciembre. Foto del año 2014. (Foto: Hemeroteca PL)

La escultura fue tallada en 1892 por el guatemalteco Juan Ganuza, uno de los máximos exponentes de la escultura religiosa neoclásica, y salió por primera vez en procesión el 12 de diciembre de ese año. Contemplarla es un privilegio, porque el resto del año se conserva en la casa rectoral del templo.


El escritor Jesús Fernández Concha, en la publicación La Semana Católica del 17 de diciembre de 1892, elogió el trabajo en madera del maestro Ganuza y la calidad de la ejecución de la imagen de Juan Diego, quien en esos años aún no había sido beatificado —lo fue en 1990—.

En esa época, según narra Fernández Concha, el cortejo salía a las 4 de la tarde, “recorriendo la carrera acostumbrada”, y los vecinos del barrio de La Floresta —actual 1a. avenida, zona 1— elaboraban “arcos triunfales con follajes, flores y ángeles al paso de las pequeñas andas de la Virgen y Juan Diego”.

Desde ese año, según se cree, la imagen no ha dejado de salir cada 12 de diciembre, de lo cual hay registros hemerográficos, fotográficos y fílmicos. Una cinta rescatada por la Cinemateca Universitaria, por ejemplo, ilustra la salida de la procesión en la década de 1930, cuando el templo actual aún se encontraba en construcción.

Ramón Salazar, en su obra Tiempo viejo —publicada en 1896—, sobre las fiestas de fin de año, relata que “siempre ha sido el mes de diciembre el tiempo más alegre en Guatemala (…). Teníamos los rezados de Concepción y Guadalupe, con sus respectivas octavas (…), loas al aire libre, entremeses en las casas, arcos y alfombras de flores, famosas sobre toda comparación las del Santuario”.

Otras referencias sobre la festividad de Guadalupe las dio a conocer el Lic. Miguel Álvarez, Cronista de la Ciudad, siendo éstas encontradas en La Guía de Forasteros en Guatemala del año 1858, que dice en su calendario lo siguiente: “Diciembre, domingo 12 (3 adv.) T. Aparición de nuestra Sra. de Guadalupe… solemne procesión del rezado por la tarde en su santuario”.  En ese entonces la imagen actual de la procesión no había sido tallada, cumpliendo anteriormente la función procesional una imagen pequeña de vestir, de la cual no se conoce su paradero.

En cuanto al escultor, Juan Ganuza, el historiador Haroldo Rodas cuenta que tenía su taller en las cercanías de la plazuela de Guadalupe, y que en varias ocasiones empleó modelos naturales para ejecutar sus obras. El rostro de la Virgen, por ejemplo, se caracteriza por sus rasgos mestizos y su encarnado moreno. Sus mejillas encendidas dan la sensación de vividez y conmueven al devoto para que la contemple.

A la vista de los fieles

En el Santuario de Guadalupe, inaugurado el 11 de noviembre de 1951, se encuentran otras dos imágenes de la Virgen de Guadalupe que los devotos pueden apreciar todo el año. La más antigua es una pintura que se cree fue traída de México y se colocó en el altar mayor del primitivo santuario destruido por los terremotos de 1917 y 1918. En la actualidad se le venera en una capilla especial del templo.

La más nueva se encuentra en el altar mayor y fue tallada en 1952 por los escultores Esteban y Santiago Rojas, y encarnada por el artista Enrique Acuña. Su tamaño es monumental, pues mide más de dos metros de altura.

Detalles

Los guatemaltecos han hecho propia la festividad de la Emperatriz de América, y por ello aún se mantiene vigente a pesar de la secularización de las fiestas navideñas.

La imagen es de tamaño natural, elaborada en madera de cedro y encarnada con maestría. Su tunicela es rosada con estofe en oro con motivos de flores. Su manto es de color azul verdoso tornasolado y tachonado con estrellas de plata.

Tiene tallado un zapato, tal y como aparece en el original mexicano, y es sostenida por un querubín con rasgos mestizos, cuyas alas fueron estofadas con laminillas de oro. Una nube blanca complementa la base sobre la cual está colocada la imagen.

Detalle del zapato de la Virgen de Guadalupe, como aparece en la imagen mexicana. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Las manos fueron delicadamente talladas y tienen cruces de consagración. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
El anda de la Virgen de Guadalupe es un mueble artístico laminado en oro y tiene capacidad para 20 cargadores. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
La procesión de la Virgen de Guadalupe ingresa desde hace unos años a la Catedral. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Detalle de la Virgen de Guadalupe, tallada en 1892. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Detalle de la corona de la Virgen de plata sobredorada. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Querubín a los pies de la Virgen de Guadalupe con su característico encarnado moreno. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Las mejillas de la Virgen presentan un color encendido que le da naturalidad a la imagen. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)
Detalle de San Juan Diego, tallado a juego con la Virgen en 1892. (Foto Prensa Libre: Néstor Galicia)

La escultura porta en sus sienes una corona de plata de estilo ducal con motivos de flores de lis y estrellas. La rodea una ráfaga o chispa de rayos de plata del mismo material, que fue estrenada en el 2010.

En su cabeza, manos y pie luce las cruces de consagración que recibió en el 2007 como reconocimiento a su historia y devoción a lo largo de un siglo.

El anda procesional, donada por un grupo de damas mexicanas, fue estrenada en la década de 1950 y está elaborada en madera con tallados motivos de rosas y arabescos. Fue restaurada y laminada en oro y aún se utiliza para la procesión. Tiene capacidad para 20 cargadores.

Entre cohetillos

El rezado de Guadalupe se caracteriza porque en él participa gran cantidad de niños vestidos con trajes indígenas, en recuerdo de San Juan Diego. La procesión avanza entre quema de cohetillos y bombas voladoras. La banda de música interpreta sones y melodías propias de la festividad.

El cortejo de este año saldrá el martes 12, a las 11 de la mañana, y tiene previsto regresar a las 0 horas del 13 de diciembre. Recorrerá calles y avenidas de la zona 1, ingresará en la Catedral Metropolitana para la celebración de la misa solemne de la festividad y al concluir seguirá con su recorrido hacia los barrios de La Merced y San Sebastián. Será una oportunidad para apreciar de cerca una imagen que ha aglutinado la fe de varias generaciones de guatemaltecos durante más de un siglo.

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Recorrido de la procesión de la Virgen de Guadalupe que saldrá el martes 12 de diciembre

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