Internacional

Activistas de Greenpeace vuelven a casa tras cien días de detención

Cinco británicos del grupo de 30 activistas de Greenpeace detenidos cien días en Rusia por una protesta, y finalmente amnistiados, llegaron este viernes a Londres sin ahorrar críticas al presidente Vladimir Putin y su gobierno.

LONDRES.-  “Era lo más fácil para Rusia, librarse de nosotros antes de que empezaran los Juegos Olímpicos” de Sochi, el 7 de febrero, dijo la militante Alex Harris a su llegada a la estación londinense de Saint Pancrass.

La amnistía “no es lo ideal”  pero “no estoy en posición de rechazarla, no puedo cargar con siete años” de cárcel, que era la pena a la que se exponía por su protesta contra la explotación petrolífera en el rtico, explicó Harris.

“No sufrí violencia física pero fue una tortura, hemos pasado dos meses en una celda de una cárcel rusa y detenidos cien días por un crimen que no cometimos”, agregó Harris, describiendo las condiciones como “verdaderamente difíciles”.

Ella y cuatro compañeros británicos -Anthony Perrett, Phil Ball, Iain Rogers y Kieron Bryan- llegaron en tren desde París, donde este mismo viernes había aterrizado el vuelo que los trajo de Rusia.

“No sentimos mucha gratitud por haber sido liberados”, dijo Anthony Perrett, tildando de “absurdas”  las acusaciones que les llevaron a la cárcel.

Perret dijo que lo vivido valió la pena: “bueno, mira a toda la prensa que hay hoy aquí. Estamos tratando de difundir el mensaje de que hay que salvar el rtico y creo que hicimos nuestro trabajo bastante bien”.

Bryan indicó que no se arrepiente de haber viajado al Ártico y consideró que no es una coincidencia que los activistas de Greenpeace hayan sido liberados la misma semana que las integrantes del grupo punk Pussy Riot y que el exmagnate Mijail Jodorkovsky, a tan solo unas semanas de que se celebren los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi.

“Es un gran problema el de los derechos humanos y espero que Sochi permita a los medios del mundo arrojar un poco más de luz y que sigamos hablando de ello”, señaló.

Dos activistas holandeses, Faiza Oulahsen y Mannes Ubels, llegaron al aeropuerto Schiphol de msterdam a las 20 horas local, confirmó una portavoz de Greenpeace.

Al menos 26 de los 30 activistas liberados eran extranjeros y todos iban a tener visados de salida al acabar el viernes, dijeron las autoridades rusas. Cuatro eran rusos.

Una activista argentina, Camila Speziale, y otra brasileña, Ana Paula Alminhana Maciel, recibieron su visa el jueves recién pasado.

Los 30 integraban la tripulación del barco de Greenpeace Arctic Sunrise y fueron arrestados a finales de septiembre tras una acción de protesta contra una plataforma petrolera en el rtico para denunciar los riesgos de la explotación de hidrocarburos en esta zona.

Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel, los militantes finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de prisión.

Tras un período de detención en Murmansk  (noroeste) , los miembros de la tripulación fueron trasladados a San Petersburgo antes de ser amnistiados la semana pasada por una nueva ley del parlamento ruso con motivo del 20 aniversario de la Constitución.

Tras haber puesto fin oficialmente a las acciones judiciales contra los militantes de Greenpeace, Rusia comenzó el jueves a entregar los visados a aquéllos que no tienen la nacionalidad rusa.

Detenidos en alta mar por un comando de fuerzas rusas, los activistas no tenían visas de entrada al territorio ruso, lo que les impedía también salir del país.

Según un comunicado de Greenpeace, otros activistas – entre ellos el capitán del barco Peter Willcox – partirán de Rusia este viernes. La ONG todavía espera que los investigadores rusos devuelvan todos los equipos de los que se incautaron durante la operación así como el Arctic Sunrise, que se encuentra en el puerto de Murmansk.

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