“Estados Unidos revisará la retirada de tropas de Afganistán considerando las realidades sobre el terreno”, expresó Carter, quien indicó que el número de efectivos deberán decidirlo ambos presidentes durante la visita.
El responsable de Defensa declaró que EE.UU. mantendrá un número suficiente de militares en tareas de formación y asesoramiento, tras asumir el Ejército y la Policía afganos el mando de los combates contra los insurgentes.
“Hemos completado exitosamente el proceso de transición de la seguridad”, manifestó por su parte Gani.
El presidente afgano subrayó que “las tropas americanas hoy no tienen una misión de combate, se retiraron del país con honor y ahora estamos en un nuevo capítulo de cooperación con Estados Unidos enfocado en el entrenamiento, asesoramiento y asistencia de tropas afganas”.
“Nuestras tropas afrontaron varios desafíos durante los pasados cuatro meses pero lo hicieron con éxito”, añadió.
El dirigente afgano mostró su respeto por la estrategia de Obama sobre la presencia estadounidense en Afganistán, pero precisó que se deberá analizar cuando ambos se reúnan.
El nuevo secretario de Defensa acudió a Kabul para visitar tropas de su país y reunirse con autoridades afganas en su primera visita al exterior tan solo cuatro días después de asumir el cargo.
La visita de Carter se produce en un momento en que la violencia se ha recrudecido en el país asiático y el Gobierno afgano ha iniciado conversaciones sobre un hipotético proceso de paz, aunque ha negado negociaciones con los talibanes.
Afganistán atraviesa uno de sus peores momentos en cuanto a violencia, ya que en 2014 se registraron unos tres mil 700 muertos y siete mil heridos entre la población civil, según datos de Naciones Unidas.
La violencia insurgente fue aumentando paulatinamente a medida que se acercaba el final de 2014, cuando la Organización del Tratado Atlántico Norte (Otán), puso punto final a su misión de combate en el país.
Esa misión fue sustituida a partir del 1 de enero pasado por la operación “Apoyo Decidido”, que mantiene alrededor de cuatro mil militares en tareas de capacitación y asistencia a las tropas afganas.
EE. UU., por su parte, también ha reducido su presencia militar en Afganistán, donde tiene desplegados casi 11 mil.