“¡Qué interesante!”, añadió el mandatario en un breve mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
Según la cadena Univisión, los archivos serán publicados en la página web de los Archivos Nacionales de EE. UU. en este link:
https://www.archives.gov/research/jfk/2017-release
“Una vez dentro de ese vínculo debes ir a la sección Files (archivos) y ahí aparecerá un hipervínculo azul titulado October 2017 (Octubre de 2017). En anteriores ocasiones los Archivos han incluido varios hipervínculos divididos en partes (hasta 18), para una descarga más sencilla, por lo que es previsible que los nuevos documentos serán también fragmentados”, consigna la cadena.
Expectativa
La inminente revelación tiene en vilo a historiadores y defensores de las teorías de la conspiración, pero la Casa Blanca ha insinuado que la publicación podría ser solo parcial: Trump podría bloquear la divulgación de algunos documentos considerados delicados por la CIA (Inteligencia) u otras ramas del Gobierno estadounidense.
Bajo la ley de 1992, los archivos que sean bloqueados por Trump no podrán ver la luz hasta dentro de 25 años, y quien ocupe entonces la Casa Blanca deberá decidir sobre su posible publicación.
Según varios medios, la CIA ha presionado a Trump para que mantenga ocultos una serie de documentos, quizá para esconder sus métodos o la identidad de algunos espías que podrían seguir vivos.
Pero el mandatario también ha recibido presiones para permitir la publicación íntegra de los documentos, y satisfacer así a quienes disputan la conclusión alcanzada por la llamada comisión Warren, que investigó el asesinato cometido en noviembre 1963 y concluyó que un solo tirador, Lee Harvey Oswald, fue responsable del crimen.
Roger Stone, un amigo de Trump y exasesor de su campaña electoral, aseguró el pasado viernes que había aconsejado al presidente que publique todos los documentos, sin excepción.
“Él cree en la transparencia, cree en el derecho del pueblo a saber, así que soy optimista, creo que hará lo correcto”, dijo Stone en una entrevista con el portal de extrema derecha Infowars.
Trump ha coqueteado desde hace años con teorías de la conspiración: fue él quien especuló con que el expresidente Barack Obama podía no haber nacido en Estados Unidos, y durante las primarias republicanas de 2016, Trump llegó a sugerir que el padre del senador Ted Cruz tuvo algo que ver con Oswald.
Es improbable que los archivos inéditos no contengan algún “bombazo”, según el juez federal John R. Tunheim, que entre 1994 y 1998 encabezó un comité independiente que examinó y publicó la gran mayoría de los documentos oficiales del Gobierno estadounidense sobre el asesinato.
“Pero todo lo que se publicará mañana será interesante, porque todo lo que tenga que ver con el trágico asesinato de Kennedy lo es”, afirmó Tunheim en una entrevista telefónica.
Entre los documentos, según el juez, puede haber detalles sobre “los acuerdos” que Estados Unidos tenía para compartir inteligencia con México poco antes del asesinato de Kennedy en 1963, cuando Oswald visitó las embajadas en la capital mexicana de Cuba y la Unión Soviética, sometidas a la vigilancia de Washington.
En 1998, “el Departamento de Estado y la CIA” convencieron al comité presidido por Tunheim de que no publicara “los detalles operativos de cómo compartían información de inteligencia con México” por temor a que eso “dañara” o incluso hiciera caer al Gobierno mexicano, afirmó el juez.
“Publicar cómo un Gobierno extranjero comparte inteligencia con la CIA puede ser controvertido, y creo que eso les preocupaba, porque el partido político que estaba en el poder en México en los años 1990 era el mismo que había” gobernado en 1963, añadió en referencia al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tunheim no cree “que esas preocupaciones sean relevantes ya”, por lo que “toda esa información debería publicarse ahora”.
Aunque estos son los últimos documentos sobre el asesinato que posee el Gobierno de EE. UU., aún hay información inédita en otras manos, como “entrevistas de Jackie Kennedy protegidas por decisión judicial”, archivos “de los abogados de Jack Ruby” (el asesino de Oswald) o documentos de la KGB en Moscú, explicó el juez.