“Los dos hombres se estaban preparando para actuar ayer (martes). Hemos reunido y hemos recibido información que apuntaba a un ataque inminente y hemos actuado”, dijo Catherine Burn, la subcomisaria de policía del Estado de Nueva Gales del Sur. La subcomisaria añadió que el atentado planeado era “coherente con los mensajes del EI”.
El 26 de enero, el EI se congratuló por los atentados cometidos “en Francia, Australia y en Bélgica”, en especial los ataques que dejaron 17 muertos en París, y exhortaron a los musulmanes del mundo entero a llevar a cabo otros ataques.
A una pregunta sobre si se trataba de una decapitación, Burn dijo únicamente que el ataque era inminente e incluía el uso de un cuchillo. “Creemos que los hombres iban a hacer daño a alguien usando alguno de los objetos que identificamos y decomisamos ayer, entre ellos un cuchillo”, explicó.
Los dos individuos, Omar Al Kutobi, de 24 años, y Mohamed Kiad, de 25, fueron detenidos en un registro el martes en una casa de las afueras del oeste de Sídney y han sido imputados por planificación de un ataque terrorista.
“Localizamos varios objetos, entre ellos un machete, un cuchillo de caza, una bandera de fabricación casera de la organización terrorista Estado Islámico y un vídeo en el que se ve a un hombre hablando de llevar a cabo un atentado”, dijo Burn. La subcomisaria precisó que uno de ellos -ambos son fervientes musulmanes, según la prensa australiana- figuraba en el vídeo. “No podemos entrar en detalles sobre lo que se dice en este mensaje”, dijo la responsable policial. Añadió que el objetivo preciso del atentado no se conocía, pero que la intención de cometer un ataque era “clara”.
– Un vídeo amenazante –
Por su parte, el ministro de Justicia, George Brandis, explicó que el vídeo muestra a “uno de los sospechosos arrodillados ante una bandera del EI, con un cuchillo y un machete, mientras realiza una declaración política y amenaza con cometer actos violentos con estas armas”.
En septiembre, Australia aumentó su nivel de alerta antiterrorista y llevó a cabo varios registros en Sídney y Brisbane para frustrar un plan de seguidores del EI que iban a secuestrar y decapitar a una persona.
En diciembre, un hombre nacido en Irán y conocido por sus ideas extremistas tomó 17 rehenes en un café del centro de Sídney, durante unas 16 horas. Cuando el secuestrador abatió al director del café, la policía inició el asalto y mató al secuestrador. Otro rehén murió durante este tiroteo.
Tony Abbott advirtió de que el país debía prepararse a hacer frente a otros complots yihadistas. “Es un grave problema y temo que se va a agravar en lugar de mejorar. Seguimos viendo sin cesar ese culto a la muerte extenderse por todo el mundo, incluso aquí, en Australia”, afirmó.
