El 19 de septiembre, tres semanas después, apareció muerta la productora de cine mexicana Adriana Rosique, esposa de Serment.
Todos los indicios apuntaban a un suicidio por ahorcamiento con una soga, pero el fiscal aclaró también este viernes que fue un homicidio perpetrado gracias a que el hijo dejó abierta la puerta de la casa de la víctima para que entrarán los asesinos.
Estos habrían colocado una soga alrededor del cuello de la mujer y la habrían matado haciéndola “precipitar” desde un sitio elevado para que se ahorcara.
Según detalló el fiscal, los autores materiales e intelectuales “acordaron el pago de 100.000 pesos (5.163 dólares) por la vida de cada una de las víctimas” , y agregó que el hecho delictivo se planificó durante dos meses.
En la noche del 27 de agosto, el cineasta perdió la vida cuando unos delincuentes le robaron a él y a su hijo en plena calle, luego de acompañar a la madre a tomar un taxi.
Según la versión del hijo, tras el suceso salió a pedir ayuda pero cuando llegó la autoridad su padre ya había fallecido.
El cuerpo presentaba 46 heridas y 12 se clasificaron de mortales.
No obstante, la fiscalía capitalina comprobó a través de vídeos y otras pruebas que había incongruencias en la declaración del hijo, algo que ratificó el testimonio de la madre.
“A través de los vídeos obtenidos se demostró que los autores materiales del evento eran un hombre y una mujer” que ya se encontraban en las inmediaciones del domicilio, explicó hoy Ríos Garza.
Además, la madre mencionó que era “inusual que su hijo visitara al padre y que la novia” no dejara de mandar mensajes con el teléfono móvil cuando fueron a verlos, instantes antes del primer crimen.
“Agregó además que al salir del domicilio le extrañó la presencia dos personas a esa hora y que antes de abordar el taxi su hijo se despidiera efusivamente de ella” , detalló el fiscal.
Esa noche, los dos asesinos fueron a dos sucursales bancarias y sacaron dinero usando el número secreto.
Hubo “un acuerdo previo, reparte de tareas y coordinación conjunta para privar de la vida a la víctima” , pues el hijo no prestó el debido auxilio y estuvo en comunicación con los asesinos, abundó hoy el fiscal.
En el caso de la esposa del cineasta, hallada con una soga al cuello y suspendida de un barandal de su casa, la muerte tuvo lugar el 19 de septiembre y, de nuevo, el testimonio del hijo incurrió en falsedades.
El hijo, cuyo nombre no se dio a conocer, narró que llevó a su novia al hospital y no se enteró del deceso de su madre hasta la mañana siguiente.
No obstante, no hay registro de que se presentara en ningún centro médico y pruebas videográficas muestran que salió de la vivienda y poco después los dos sicarios entraron por la puerta.
Además, en lugar de ir al centro médico, el hijo y su novia estuvieron “deambulando por las inmediaciones del hogar” , detalló.
Un examen facial confrontó las pruebas obtenidas en la investigación del padre y la madre y demostraron que los autores materiales eran los mismos.
Se emitieron y ejecutaron cuatro órdenes de arresto; para los dos asesinos y los autores intelectuales, ya recluidos todos en cárceles capitalinas.
“Por delito de homicidio calificado pueden alcanzar una pena de hasta 70 años de prisión cada uno” , apuntó el procurador.
En un interrogatorio realizado a un inculpado, este explicó la “forma de comisión de cada uno de los homicidios” , y en el domicilio de la sicaria se encontró la tarjeta de Adriana Rosique, apuntó el fiscal capitalino.