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El caso de dos adolescentes hispanos acusados de violar a una compañera en su escuela de Maryland que causa polémica en EE.UU.

Todo ocurrió en uno de los baños de la escuela en plena jornada escolar.

Una estudiante de 14 años de la institución pública de secundaria de la ciudad de Rockville, en Maryland (en el este de EE.UU.), avisó el pasado jueves a miembros del personal de que dos de sus compañeros la acababan de violar.

En la escuela fueron arrestados Henry Sánchez Milian, de 18 años, y José O. Montano, de 17, quienes serán juzgados como adultos como presuntos autores de varios delitos sexuales.

“Este fue un ataque brutal”, dijo el miércoles Tom Manger, jefe de la Policía de Montgomery, condado donde está situado Rockville.

Aunque el incidente ocurrió el jueves 16 de marzo, esta semana cobró resonancia nacional y hasta la Casa Blanca habló de él.

Medios de derecha como la cadena Fox News informaron del tema haciendo hincapié en el que uno de los acusados es un inmigrante indocumentado y que se desconoce el estatus migratorio del otro.

La cuestión de los delitos cometidos por indocumentados ha tenido especial relevancia en los últimos meses en EE.UU., ya que fue uno de los temas de campaña del presidente Donald Trump, quien ha incluido entre sus prioridades la expulsión de los inmigrantes en situación irregular con antecedentes criminales.

De hecho, esta semana el gobierno estadounidense, por orden del presidente, comenzó a publicar una polémica lista de presuntos crímenes cometidos por extranjeros sin papeles.

Qué se sabe del caso

Según el reporte de la policía, Montano presuntamente le pidió a la víctima que caminara junto a él y a Sánchez.

Luego le propuso a la estudiante mantener relaciones sexuales y esta se negó.

Montano insistió, la obligó a entrar en un baño de niños y luego a un cubículo.

Allí los dos jóvenes presuntamente abusaron sexualmente de la adolescente, detalló el informe de los investigadores.

La identidad de la víctima permanece bajo anonimato.

La joven conocía a uno de los acusados, le señaló a BBC Mundo la vocera del sistema de escuelas públicas del condado de Montgomery, Gboyinde Onijala.

“Pero no estudiaban en el mismo curso, como han hecho notar algunos medios”, aclaró Onijala.

Tanto Sánchez como Montano cursan noveno grado y forman parte de un programa especial de aprendizaje dirigido a estudiantes con educación formal limitada o interrumpida y sin manejo integral del inglés.

Sánchez entró en el país de manera ilegal en agosto del año pasado, según informó a varios medios de comunicación el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Venía de Guatemala y fue detenido por la patrulla fronteriza en la frontera entre EE. UU. y Texas. Luego fue liberado a la espera de una cita en un tribunal.

Su padre lo recibió y lo inscribió en septiembre en la escuela secundaria de Rockville, reportó el diario The Washington Post.

Según la policía del condado, ninguno de los acusados tenía antecedentes criminales previos.
Las autoridades se han abstenido de dar información personal o mostrar imágenes de Montano, debido a que es menor de edad.

El representante legal de Montano, Ron Gottlieb, no quiso dar declaraciones a BBC Mundo, pero el abogado de Sánchez, Andrew Jezic, defendió la inocencia de su cliente y dijo este miércoles en una declaración al diario The Washington Post que se había tratado de “un encuentro consensuado”.

Polémica

El caso adquirió notoriedad nacional cuando el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, lo citó para resaltar la política del presidente Donald Trump contra la inmigración ilegal.

Spicer expresó en una rueda de prensa el martes que “tragedias como estas” han motivado al presidente estadounidense emprender “severas medidas” contra los indocumentados.

Su comentario resonó entre algunos padres y residentes de Rockville, que protestaron esa noche en las afueras de la escuela donde ocurrieron lo hechos.

Llevaban pancartas con el mensaje “seguridad, no santuario”, en referencia a las ciudades santuario, en las que las autoridades locales a menudo protegen a aquellos sin estatus migratorio legal en EE.UU. de posibles deportaciones.

Pero los cometarios de la Casa Blanca y la manera en que medios como Fox News o la página de derecha Breitbart han tratado esta historia han hecho que algunos grupos de defensa de derechos de los inmigrantes y líderes religiosos denuncien que el caso se está utilizando para criminalizar a las personas sin papeles.

“Tenemos un presidente que no hace más que demonizar a los que llegan al país de forma ilegal. Cuando un mensaje así viene de una figura de autoridad, la gente se lo toma en serio. Se están alimentando los miedos de la gente”, aseguró el reverendo Mansfield Kaseman, responsable de las relaciones interreligiosas del condado de Montgomery.

“Lo cierto es que los miembros de la comunidad latina tienen un mejor historial en lo que respecta al cumplimiento de la ley. Tiene sentido si se piensa. Están muy agradecidos de estar aquí y no quieren que los deporten”, dijo Kaseman en declaraciones al diario local The Sentinel.

Por su parte, las autoridades educativas cuestionaron el tono político que rodeó al caso.

“No podemos pintar a todos los estudiantes que hablen otro idioma, que tienen otro color de piel u otra religión, con una brocha gruesa por un incidente realmente terrible”, dijo en una rueda de prensa Jack Smith, superintendente del Sistema de escuelas públicas de Montgomery. 

“Algunos han querido convertir esto en un tema de inmigración (…) pero es nuestra obligación servir a todos y cada uno de los estudiantes que atraviesen nuestras puertas”, añadió.

Según la ley federal, los distritos escolares de todo el país no pueden solicitar información sobre el estatus migratorio de sus estudiantes.

Para algunos, la discusión migratoria ha desviado la atención sobre cómo evitar que este tipo de incidentes ocurran en las escuelas.

Otros casos

En el mismo condado de Montgomery se han registrado en el pasado otros casos que involucran algún tipo de acoso o abuso sexual, le dijo a BBC Mundo Gboyinde Onijala, vocera del sistema de escuelas públicas.

“Este tipo de casos, en menor o mayor medida, pasan en muchas ciudades de Estados Unidos y en un nivel escolar”, advirtió.

Reforzar las medidas de seguridad en las instalaciones y preparar a los maestros, añadió Onijala, puede servir como medidas preventivas de estos casos.

En la escuela secundaria de Rockville, implementaron esta semana un nuevo sistema de pases para ir al baño, para monitorear lo que hacen los alumnos fuera del aula durante la jornada escolar.

“Si el estudiante se demora más de lo que podría considerarse normal en el baño, el personal de la escuela va a revisar que todo esté bien”, explicó Onijala.  

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