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Ruth Slenczynska, la extraordinaria historia de la ex niña prodigio que acaba de grabar un disco a los 97 años

Dio su primer recital a los cuatro años y, ahora, con 97, la ex niña prodigio Ruth Slenczynska lanzará un nuevo álbum después de firmar un contrato con el sello discográfico Decca.

Ruth Slenczynska es la última pupila viva de Sergei Rachmaninoff. (MEREDITH TRUAX)

Ruth Slenczynska es la última pupila viva de Sergei Rachmaninoff. (MEREDITH TRUAX)

La pianista grabó “My Life In Music” el año pasado, con música de Sergei Rachmaninoff y Frederic Chopin.

Tildó el proyecto de “increíble” y agregó: “¿Quién ha oído hablar de un pianista de mi edad haciendo otro álbum?”

Slenczynska cumple 97 años el próximo sábado y está previsto que el lanzamiento de su álbum sea el 18 de marzo.

En la década de los años 20 del siglo pasado empezó a actuar y ya entonces fue proclamada como una de las mejores niñas prodigio desde Mozart.

Sus conciertos eran “una experiencia electrizante”, escribió el New York Times tras uno de sus primeros conciertos, “algo que la naturaleza ha producido en uno de sus estados de ánimo más generosos”.

Debutó en Berlín a los 6 años y en París a los 7; y se considera que es la última alumna viva de Rachmaninoff. A menudo, Slenczynska usa un colgante con un huevo de Fabergé, regalo de este maestro.

Sus otros maestros también fueron legendarios: Josef Hoffman, Alfred Cortot, Egon Petri o Artur Schnabel. Además, estudió junto a Samuel Barber y pudo escuchar su mundialmente famoso Adagio para cuerdas en el aula, incluso antes de que tuviera su título.

Tocó un dúo de Mozart a cuatro manos con el presidente Harry S. Truman, actuó en la toma de posesión del presidente John F. Kennedy y fue reconocida por el presidente Ronald Reagan como la primera mujer estadounidense en celebrar 50 años de carrera como concertista.

Infancia prohibida

Nacida en Sacramento, California, su padre, Josef Slenczynski, era un conocido violinista y director del Conservatorio de Varsovia antes de ser herido durante la Primera Guerra Mundial.

Después de mudarse a Estados Unidos, decidió criar a un músico exitoso y consideró a su hija una potencial pianista o violinista a las pocas horas de su nacimiento.

A la edad de 3 años ya estaba versada en teoría musical básica y armonía, pero el riguroso programa de giras y prácticas impuesto por su padre le provocó un gran estrés emocional y, a la edad de 15 años, dejó de actuar.

En su autobiografía de 1957, Infancia Prohibida, Slenczynska reveló cuán estricto había sido el régimen de su padre.

“La razón por la que la gente se sorprendió de lo que podía hacer al piano fue bastante simple”, escribió. “Mi padre me hacía practicar nueve horas al día, todos los días de la semana”, reveló la pianista.

“Si mostraba signos de querer ser una niña común y corriente, como querer abrazar las muñecas de mis hermanas o hacer un pequeño ruido o saltar y correr con los niños del vecindario, mi padre me echaba encima su cubo de agua. Agua helada: ‘¡Eso son todas cosas de bebés! No eres un bebé. Eres un músico. Mantente alejado de esos niños y sus estúpidos juegos. ¡Todo es una pérdida de tiempo! Tienes que actuar como un adulto. Arriba jovencita'”.

Slenczynska se conviritó en una respetada profesora y mentora. (SOUTHERN ILLINOIS UNIVERSITY)

Después de rechazar su carrera como concertista, se separó por completo de su padre, se matriculó en la carrera de psicología en la Universidad de California y se fugó con un compañero de estudios.

Pero nunca dejó de tocar y volvió a los escenarios en 1951, con una actuación en el Festival Carmel Bach.

A partir de entonces, realizó una gira con la orquesta Boston Pops durante cuatro años en los que disfrutó de la rivalidad en las tablas con el director Arthur Fiedler.

“Al principio, el señor Fiedler recibió ovaciones de pie y yo no”, dijo al St. Louis Post-Dispatch en 1999. “Hacia el tercer año también comencé a recibirlas. Aprendí a manejar una audiencia, cómo hacerles saber que estás contenta de estar allí”.

Finalmente, hubo un concierto en Chicago en el que un crítico elogió a Slenczynska a expensas de Fiedler y escribió: “No se sirven champán y cerveza juntos”.

“Después de eso, no me renovaron”, comentó más tarde. “Había espacio para una sola estrella en esa gira”.

“Excelencia sostenida”

Sin inmutarse, grabó 10 LP brillantes para Decca, mostrando su sentido del drama y el control rítmico, especialmente cuando toca su especialidad: las obras de Chopin.

En 1961 escribió un libro de texto, “Music at Your Fingertips: Aspects of Pianoforte Technique” (Música a tu alcance: aspectos de la técnica del pianoforte), que sigue en voga. Luego se unió a la Universidad del Sur de Illinois en Edwardsville, primero como artista residente y después como miembro de la facultad.

Hasta el día de hoy, sigue siendo una intérprete fluida y lírica y, durante el primer encierro de la pandemia en 2020, subió grabaciones caseras de las sonatas de Beethoven a YouTube para celebrar su 250º aniversario.

Slenczynska también celebrará su 97 cumpleaños con un recital en el Lebanon Valley College, en Pensilvania (Estados Unidos), el 6 de febrero.

“Es notable pensar que Ruth hizo su debut en un concierto antes del nacimiento de las películas en color y casi al mismo tiempo que el nacimiento de la televisión”, dijeron Laura Monks y Tom Lewis, copresidentes de Decca Label Group.

“El hecho de que ella todavía esté en la cima de su carrera más de nueve décadas después es extraordinario. Es muy difícil pensar en alguien, en cualquier profesión, que haya logrado un período tan sostenido de excelencia”.

El director del sello Decca Classics, Dominic Fyfe, agregó: “Tenemos el privilegio de tener a Ruth grabando para Decca nuevamente, unos 66 años después de que grabara por primera vez para el sello en Nueva York”.

“Uno de sus primeros productores fue Thomas Frost y estuvimos encantados de unirla con el hijo de Thomas, David, el productor ganador de múltiples premios Grammy, para este nuevo álbum”, añadió Fyfe.

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