Un grupo de 200 rebeldes Kokang atacaron el jueves una base militar en la zona de Kongyan. Como respuesta, el Ejército llevó a cabo cinco ataques aéreos, según la prensa oficial.
El resurgimiento del conflicto en la zona de Kokang, que en los últimos seis años había estado inactivo, es un signo de mal agüero para el Gobierno, que intenta alcanzar un acuerdo de paz.
El Estado de Shan es fronterizo con la provincia china de Yunnan. Hace algunos años, los combates trasladaron a China a miles de refugiados, una situación que preocupaba a Pekín, un aliado de la junta militar birmana. También hay conflictos entre Ejército y grupos étnicos armados en otras partes de los estados de Shan y Kachin, ambos en el norte del país, lo que pone en duda la capacidad del Gobierno para alcanzar un acuerdo de paz a nivel nacional.