“Comenzó el domingo con una breve indisposición”, dijo el propio mandatario a periodistas en su residencia oficial, quien aseguró que se siente “perfectamente bien”.
Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus, al que llegó a calificar de “gripecita”, circulando por las calles en plena cuarentena, al asistir a actos públicos sin la máscara preceptiva, abrazando y besando a partidarios sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.
La fase previa
“El presidente presenta, en este momento, buen estado de salud y está en su residencia”, señaló en un comunicado, el lunes último sin dar más detalles.
Según la cadena CNN Brasil, Bolsonaro, un escéptico de la pandemia, le contó a uno de sus reporteros que está con algunos síntomas del coronavirus, entre ellos 38º de fiebre, y que se hizo en el Hospital de las Fuerzas Armadas una radiografía de los pulmones.
También le dijo que está tomando hidroxicloroquina de manera preventiva.
En un video grabado por uno de sus seguidores con los que suele hablar a la puertas de su residencia oficial en Brasilia, el mandatario, con una máscara blanca, dijo que acababa de volver del hospital, donde se hizo una “placa de pulmón”.