En su lugar, EE. UU. desplegó una aeronave de alerta temprana E-3 Sentry (también conocido como AWACS) con el objetivo de cerciorarse de que no había cazas escondidos bajo la marca de radar de los bombarderos.
El lunes último, dos cazas de EE.UU. interceptaron por la noche dos bombarderos rusos del mismo tipo, capaces de transportar armas nucleares, cerca de Alaska.
Los bombarderos rusos se aproximaron a 57 kilómetros de la costa de las islas Aleutianas y, pese a que surcaban espacio aéreo internacional, se internaron en la franja de seguridad de 320 kilómetros desde la costa en la que las aeronaves deben identificarse con las autoridades estadounidenses.
Los dos bombarderos rusos, de la clase TU-95 “Bear”, llegaron a aproximarse a unos 160 kilómetros de la isla de Kodiak, aunque no violaron el espacio aéreo estadounidense.
Los aviones rusos fueron interceptados por dos cazas F-22 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que volaron junto a ellos durante unos 12 minutos, antes de que los bombarderos cambiaran de rumbo para regresar a su base en el este de Rusia.
La última vez que bombarderos rusos volaron cerca de EE.UU. fue el 4 de julio del 2015, cuando un par de aeronaves sobrevolaron las costas de Alaska y California, donde llegaron a acercarse a unos 65 kilómetros de la localidad californiana de Mendocino.
El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó al entonces mandatario estadounidense, Barack Obama (2009-2017), para darle un feliz Día de la Independencia mientras los bombarderos pasaban cerca de la costa de California.