Comercializadas a un precio que oscila entre US$5 y US$32, las camisetas del líder del cartel de Sinaloa han volado en las tiendas, principalmente asentadas en Estados Unidos, a raíz de su espectacular fuga del sábado a través de un hoyo en el suelo de su ducha que conectaba con un túnel de 1.5 km de longitud.
En la tienda online Kartel Kollection, con sede en Los Ángeles California, EE. UU., colgaron el cartel de “agotado” para la camiseta de su colección “Leyendas” en la que aparece una foto antigua de el Chapo en medio de un simbólico “Triángulo Dorado” del narcotráfico.
“La verdad, siempre hemos tenido muchas ventas y, por supuesto, tuvimos que incrementar la producción” esta semana, dijo Gabriella Zarazoga, una de las responsables de esta marca de productos que tiene un fusil AK-47 por sello y que asegura que sus clientes van desde mexicanos y estadounidenses a compradores de Medio Oriente.
En el catálogo de la tienda hay camisetas con rótulos de “Grandes Ligas” para otros importantes narcos como el veterano número dos de Guzmán Ismael el Mayo Zambada; diseños modernos con el rostro de Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, o gorras del prófugo Rafael Caro Quintero.
Carisma criminal
La llamada “narcocultura” , el gusto y exaltación de la violenta y lujosa vida de los narcotraficantes, es un fenómeno común en estados fronterizos de México y Estados Unidos. Y una de sus grandes figuras es el Chapo, un menudo hombre de 58 años, de cara ancha y habitual bigote.
Nacido en una familia humilde de Sinaloa y sin apenas estudios, logró crear un imperio criminal con el tráfico de marihuana y cocaína a Estados Unidos, Europa y Asia hasta llegar a figurar en la lista de las diez personas más ricas del mundo de la revista Forbes.
El capo, al que se le atribuyen 10 hijos con diferentes mujeres, ya había logrado escapar de una cárcel de máxima seguridad en el 2001 escondido en un carrito de ropa sucia.
Su leyenda criminal se disparó el sábado cuando, menos de un año y medio después de su publicitada captura, volvió a fugarse de otra prisión generando una humillación internacional al gobierno de Enrique Peña Nieto.