Trasladado a un hospital del extrarradio de Montreal, le diagnosticaron un “traumatismo menor” y no fue operado.
Sin embargo, incapaz de mantener relaciones sexuales en las semanas siguientes, acudió a una nueva consulta médica, en la que le dijeron que tenía el pene fracturado.
La intervención quirúrgica que le efectuaron a continuación le dejó una “cicatriz permanente” en el pene, cuya longitud se acortó “cerca de una pulgada”, es decir 2,5 cm, aseguró el malhumorado paciente.
Tras dos años sin poder retomar su vida sexual, su mujer le pidió el divorcio.
Según el documento judicial entregado la semana pasada, el hombre exige al hospital un pago de US$155 mil, acusándolo de “negligencia”.