Internacional

Mayoría independentista en comicios “históricos”  en Cataluña, según un sondeo

Los partidos independentistas habrían conseguido la mayoría absoluta de escaños en el parlamento de Cataluña, alcanzando así su objetivo para emprender un proceso de secesión del resto de España, según un sondeo sobre las elecciones de este domingo.

El anuncio de que consiguieron de 74 a 79 escaños  (de un total de 135), según el sondeo difundido por la televisión pública regional, despertando el entusiasmo de los seguidores reunidos en el antiguo mercado del Born de Barcelona junto a los candidatos de la coalición favorita, Junts pel Sí  (Juntos por el Sí).

“La sensación que tenemos por los datos disponibles apunta a que esta mayoría soberanista clara y nítida a favor de la independencia de Cataluña es un hecho”, dijo Francesc Homs, uno de los directores de campaña de Junts pel Sí, mientras sus seguidores gritaban “independencia”  y cantaban el himno catalán.

“Hemos conseguido hacer el plebiscito que no nos dejaban hacer”, añadió.

Presentados como un plebiscito sobre la secesión, los comicios fueron considerados como cruciales por todos los partidos y una gran parte de los 5,5 millones de electores.

Un 63,14% de ellos había votado a las 17H00  (15H00 GMT), 6.8 puntos porcentuales más que a la misma hora en 2012, año que ya había batido récords de participación.

“Estoy emocionado y nervioso, hace mucho tiempo que se habla de cómo solucionar este tema y hoy al menos sabremos cuántos hay en cada lado”, afirmaba Toni Valls, arquitecto de 28 años, tras votar a Junts pel Sí en un barrio acomodado de Barcelona.

Jonatan Sánchez, de 32 años, pintor en una gran empresa de construcción, lo ve muy diferente: “Votaré que no”, decía en Badalona, suburbio obrero de la capital.

“Mi trabajo podría verse afectado, mi compañía está en Barcelona pero trabaja mucho en el resto de España y el extranjero”, explica.
    

“Victoria de la democracia”

“Hoy en Cataluña hay una gran victoria de la democracia”, afirmó el presidente catalán saliente, el independentista Artur Mas tras votar.

Tras más de dos años pidiendo un referéndum de autodeterminación como los celebrados en Quebec o Escocia, sistemáticamente denegado por el gobierno conservador español de Mariano Rajoy, Mas apostó finalmente por convocar estas elecciones anticipadas y dotarlas de un carácter plebiscitario.

A ellas se presenta junto a independentistas de izquierda y derecha y numerosas figuras de la sociedad civil, incluido el exentrenador del FC Barcelona Pep Guardiola, en Junts pel Sí.

“Tengo el corazón dividido, en el fondo no quiero la independencia, no me convence el separatismo pero estoy harta de que no nos escuchen”  en Madrid, afirma Conchi Machado, 61 años, trabajadora de un comedor escolar.

“Por eso voto Junts pel si, para ver si por fin nos escuchan y se dan cuenta que aquí pasa algo”.
    

Participación histórica

El voto anti-independentista queda disgregado entre el centrista Ciudadanos, el izquierdista Podemos, el Partido Socialista y el conservador Partido Popular  (PP) de Rajoy.

Todos ellos centraron su campaña en Barcelona y su área metropolitana para movilizar a los numerosos votantes no secesionistas, mayoritarios según los sondeos, especialmente en esta zona, pero menos activos políticamente.

“Parece que vamos hacia una participación histórica y éste era el primer objetivo que nos habíamos marcado”, se felicitó el candidato del PP, Xavier García Albiol.

Oficialmente destinados a renovar el parlamento y el gobierno regionales, estos comicios en el fondo van mucho más allá: apostar o no por un proyecto que lleve a la constitución en 2017 de una república independiente en esta región de 7,5 millones de habitantes.

Ello podría abrir un periodo de fuertes turbulencias en España, que en tres meses celebra unas elecciones legislativas donde el gobierno de Rajoy tiene mucho en juego.

Según el sondeo de TV3, Junts pel Sí obendría entre 63 y 66 escaños, por lo que debería pactar con la izquierda radical e independentista CUP, que obtendría entre 11 y 13 escaños. Una de sus condiciones, sin embargo, sería no escoger a Mas como presidente.

Rajoy y sus ministros lanzaron mil advertencias contra la secesión: salida de la Unión Europea, fuga de empresas, corralito, caída de exportaciones…

En juego está la región más rica de la cuarta economía de la Eurozona justo cuando ésta deja atrás la crisis y crece a velocidad de crucero. Sin Cataluña perdería 25% de sus exportaciones, 19% de su PIB y 16% de su población.

Rajoy asegura que bloqueará legalmente cada paso hacia la separación, y su partido defiende una propuesta de reforma urgente del Tribunal Constitucional que permitiría inhabilitar a Mas por cualquier acto ilegal.

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