“Las mujeres sentadas en ciclomotores no deben montarse a horcajadas porque esto provoca al conductor. Se trata de proteger a las mujeres de una situación indeseable”, dijo el alcalde.
“No es decente para una mujer sentarse a horcajadas. Aquí aplicamos la ley islámica”, añadió.
La policía islámica de Aceh vigila que las mujeres lleven pañuelo y ropa holgada, que las parejas no casadas no tengan encuentros y que nadie beba alcohol ni juegue por dinero.
Indonesia, un país de 240 millones de habitantes que cuenta con la población musulmana más importante del mundo, garantiza en su Constitución la libertad religiosa. Sin embargo, la provincia de Aceh impone la sharía desde que obtuvo el estatus de autonomía en 2001.