La prueba se realizó en torno a las 9.40 hora surcoreana  (0.40 GMT) desde la provincia de Pyongan del Norte y el ejército del Sur se encuentra analizando el número y el tipo de misil empleado en el test.
No quedó esclarecido de inmediato si se trata del lanzamiento de rutina de un misil de corto alcance o un intento por perfeccionar los misiles de largo alcance de Corea del Norte.
El ensayo fue realizado en torno a la base aérea de Panghyon, donde el pasado 12 de febrero el ejército norcoreano disparó por primera vez su nuevo misil Pukguksong-2, también conocido como KN-15, con un alcance estimado de unos 3.000 kilómetros.
Por su parte, el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, dijo en rueda de prensa que se cree que el proyectil cayó en aguas de su Zona Económica Especial  (EEZ) , que se extienden a unos 200 kilómetros de las costas del archipiélago.
Este ensayo armamentístico norcoreano, el primero desde el pasado 8 junio cuando Pyongyang disparó un misil de crucero, se produce justo después de que el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se reunieran la pasada semana en Washington para tratar la problemática del régimen.
El embajador de China ante Naciones Unidas advirtió el lunes que un mayor aumento en las tensiones con Corea del Norte corre el riesgo de salirse de control “y las consecuencias serían desastrosas” .
Liu Jieyi expresó esperanza de que las naciones sean “más abiertas”  y respalden el paquete de China para aliviar las tensiones: retomar las negociaciones y el diálogo rumbo a la desnuclearización, la paz y la estabilidad en la Península de Corea.     
Reiteró que una de las propuestas iniciales importantes del paquete es la “suspensión por suspensión” , en donde Corea del Norte pondría fin a sus pruebas nucleares y de misiles, mientras que Estados Unidos y Corea del Sur detendrían sus operaciones militares.     
Los temores de un conflicto en la Península de Corea, que desde la Guerra de Corea de 1950-1953 ha estado dividida entre el Sur, con respaldo estadounidense, y el Norte comunista, se han incrementado desde que el líder norcoreano Kim Jong Un expandió su arsenal nuclear y desarrolló misiles balísticos que pueden transportar ojivas nucleares, mismas que su gobierno asegura que son necesarias para prevenir una invasión estadounidense.     
El embajador de Corea del Norte ante la ONU, Kim In Ryong, dijo la semana pasada que en 50 años de confrontación, Estados Unidos y Corea del Norte nunca estuvieron tan cerca de una guerra nuclear como cuando Estados Unidos y Corea del Sur realizaron lo que definió como los ejercicios militares “agresivos”  más grandes de la historia, entre abril y mayo de este año.     
Kim advirtió a Estados Unidos y al resto del mundo que su país seguirá incrementando su arsenal nuclear sin importar las sanciones, presión o ataques militares. Este año Corea del Norte ya reveló y puso a prueba cuatro nuevos sistemas de misiles, enviando un desafiante mensaje de que seguirá con un programa armamentista que ya ha inquietado a Washington y a sus vecinos.     
Liu, que preside el Consejo de Seguridad durante este mes, dijo que la propuesta de “suspensión por suspensión” , en la que se obtenga la desnuclearización junto a “un mecanismo de seguridad para la Península de Corea” , así como reemplazar el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea con un acuerdo de paz, atenderá todos los principales problemas de la región.