Los incidentes se produjeron durante una protesta que reunió a centenares de personas en el centro de la capital catalana (nordeste de España) contra el toque de queda a partir de las diez de la noche y la adopción de un confinamiento perimetral, que impide abandonar la ciudad durante el fin de semana.
Un portavoz de los Mossos d’Esquadra (cuerpo de policía regional) explicó a la AFP que unas 700 personas participaron en la manifestación y que unas 50 “empezaron a lanzar objetos contundentes” a los agentes antidisturbios, que respondieron cargando con porras.
Los manifestantes lanzaron múltiples objetos, incluso vallas de protección, y quemaron contenedores, según vio un periodista de la AFP.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a dos personas, precisó el portavoz de los Mossos, mientras que los bomberos tuvieron que intervenir para apagar los incendios en el mobiliario urbano.
Más de 35 mil personas murieron por el covid-19 y más de 1.1 millones se contagiaron en España, que adoptó un estricto confinamiento en primavera y donde las numerosas restricciones impuestas desde julio no fueron suficientes para evitar la segunda ola que sacude el país.
En España, cinco regiones, incluida la de Madrid, ordenaron esta semana un cierre perimetral del territorio (no se puede entrar ni salir) y los diputados aprobaron prolongar seis meses el estado de alarma.
Cataluña es una de las regiones que adoptó medidas más estrictas y desde mediados de octubre cerró los bares y restaurantes.
Los catalanes tampoco pueden abandonar sus municipios de residencia durante el fin de semana y la policía regional efectuaba este viernes controles en los accesos de Barcelona para hacer cumplir esta medida.