Las autoridades locales del estado han confirmado hasta siete fallecidos -según el recuento del diario local The Oregonian- que, sumados a los ocurridos en las últimas semanas y a los de los estados vecinos de California y Washington, elevan el total de muertos por incendios desde mediados de agosto a más de una veintena.
En medio del caos, los pronósticos sobre los desaparecidos no son nada alentadores, y el director de gestión de emergencias del estado, Andrew Phelps, indicó que se están preparando para una “desgracia masiva” de pérdida de vidas humanas, un término usado en EE.UU. para referirse a incidentes en los que se estima que hay una gran cifra de personas muertas que por el momento no se pueden confirmar.
Menos evacuados de los que se creía
En una de las pocas notas positivas de las últimas horas, la gobernadora de Oregón, la demócrata Kate Brown, admitió un error en la información anteriormente emitida por su oficina según la cual hasta medio millón de personas habían sido evacuadas por los fuegos, y redujo la cifra a alrededor de 40 mil.
Los 500 mil apuntados inicialmente por los responsables estatales (que supondrían un 10 % de toda la población del estado) no son personas que ya hayan sido evacuadas, sino gente a quien se ha informado de que se preparen para abandonar sus casas en caso de que sea necesario, aclaró Brown.
De los múltiples fuegos activos en el estado, dos de los que más preocupan se encuentran a las afueras de Portland, la ciudad más poblada de Oregón, y el resto se reparten por la mitad oeste de la región, especialmente al sur.
En total, ya se han quemado en el estado durante los últimos días 404 mil 865 hectáreas, en su mayoría de masa forestal.
Un año de récords negros para California
Aunque los pronósticos siguen siendo poco alentadores, las condiciones meteorológicas mejoraron levemente este sábado, con vientos menos intensos y una mayor humedad, lo que alivió momentáneamente el trabajo de los bomberos y les permitió ciertos avances en las tareas de contención.
Al sur de Oregón, California sigue batiendo récords en un año en el que ya ha registrado tanto el mayor incendio de toda su historia reciente como la mayor cifra anual de hectáreas quemadas jamás registrada, con más de un millón 214 mil 56.
La mayor parte de los fuegos se declararon a mediados de agosto a causa de una tormenta eléctrica nada habitual en la región, y desde entonces la sequedad, los fuertes vientos y las altas temperaturas los han hecho extenderse a gran velocidad a lo largo y ancho del estado.
Uno de los aspectos que más preocupan a las autoridades es que esta situación se está dando cuando aún no se ha llegado a octubre y noviembre, que tradicionalmente constituyen la “temporada” de incendios en California, por lo que en los próximos meses las circunstancias podrían empeorar todavía más.
Trump visitará el estado
Un portavoz de la Casa Blanca confirmó este sábado a Efe que el presidente de EE. UU., Donald Trump, visitará California el próximo lunes para informarse “in situ” de la situación en la lucha contra los fuegos, después de celebrar varios actos electorales a lo largo del fin de semana en las vecinas Nevada y Arizona, dos estados clave de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
El mandatario acudirá a McClellan Park, en las inmediaciones de Sacramento, la capital californiana, donde se reunirá con autoridades locales y estatales para que le trasladen la última hora de los esfuerzos contra las llamas.
También este sábado, el candidato demócrata a la Presidencia, Joe Biden, emitió un comunicado en el que acusó a Trump de “negar la realidad” de la crisis climática y alertó que hay que actuar “ahora mismo” para evitar un futuro “de tragedias sin fin como la que está afectando a las familias del oeste estadounidense” estos días.