En la demanda, presentada el lunes ante una corte federal de Manhattan, aseguran que a pocos meses de las elecciones generales del 3 de noviembre, el servicio postal (USPS) ha impuesto “cambios dramáticos y profundos” que “cambian fundamentalmente las reglas de cómo funciona el voto por correo”.
Afirman que su director, Louis DeJoy, admite que estos cambios han afectado la eficacia del USPS y lo han tornado más lento.
“Es prácticamente una certeza que un número significativo de papeletas recibidas por el USPS, enviadas por correo por votantes en el tiempo establecido por la ley, no serán contadas”, señala la demanda.
Trump, quien asegura sin pruebas que el voto por correo fomentará el fraude electoral, ha amenazado con bloquear fondos adicionales al servicio postal.
Los demandantes y la oposición demócrata afirman que el correo necesita esos fondos para procesar millones de papeletas.
“Cambiar la calidad y la cantidad de los servicios del correo estadounidense (…) en la mitad de este ciclo electoral probablemente e irreparablemente perjudicará a todos los involucrados, sin hablar del daño que causará a la integridad de la elección”, sostiene la demanda.
Los demandantes, entre ellos el candidato demócrata al Congreso federal Mondaire Jones, piden a la justicia que ponga fin a estos cambios y asegure su adecuado financiamiento antes de las elecciones.
Otros demandantes son senadores estatales de Nueva York o candidatos al Senado estatal y al Concejo Municipal, residentes del estado de Nueva York que se hallan en otros estados o en el exterior, o que son demasiado ancianos como para ir a votar en persona.
Un récord de 76% de los votantes estadounidenses están habilitados a enviar sus papeletas por correo este año debido a la pandemia, según el New York Times.
Los fiscales generales de varios estados de Estados Unidos estudian asimismo presentar una acción judicial para preservar el derecho de los estadounidenses a votar por correo.
“Las acciones del presidente Trump para entorpecer el funcionamiento (del USPS) antes de las elecciones presidenciales son profundamente preocupantes. Se trata de un intento autoritario de tomar el poder para conservarlo”, dijo el lunes la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que lidera esa iniciativa con colegas de otros estados.